ASTRONOMÍA
La nave ¬Deep Impact¬ viaja para impactar con un cometa
Por Alfredo López Zamora2 min
Sociedad13-01-2005
El azar hizo que en 1867 el francés Ernest Wilhelm Lebrech descubriera el cometa Tempel 1, asteroide que entra en el sistema solar cada 5,5 años. En la actualidad, la agencia espacial norteamericana NASA ha enviado hacia este astro la nave Deep Impact (Impacto Profundo), la cual podría ofrecer datos sobre el origen de sistema solar tras su colisión, prevista para el 4 de julio.
Esta misión, cuyo coste ronda los 340 millones de dólares, es la primera de la historia en la que se intenta provocar una colisión con un cometa para estudiar su composición. La nave norteamericana, que recorrerá 431 millones de kilómetros hacia el Tempel 1, se enfrenta a un astro prácticamente desconocido, cuya única certeza es la longitud del núcleo del cometa de tres veces el ancho del mismo. El Deep Impact cuenta con un misil de cobre de un metro de alto por otro de ancho, cuyo peso supera los 370 kilos, y que será lanzado directamente hacia el núcleo del cometa. La colisión puede llegar a producir un cráter cuya altura equivalga a un edificio de diez pisos y de anchura semejante al Coliseo romano. "La fuerza del impacto equivale a la detonación de cuatro toneladas y media de TNT", afirmó el científico argentino de la NASA, Mario Acuña. "El objetivo de esta sonda al lanzar el proyectil es mucho más que una observación, ya que al impactar sobre el cometa abrirá un cráter de 300 kilómetros de diámetro, de donde se extraerá material para el análisis del origen del universo", matizó Acuña. La nave, que fue lanzada la pasada semana desde Cabo Cañaveral, se prevé que colisione con el cometa el 4 de julio. En la actualidad la incertidumbre rodea la misión. "Nos preocupa el desconocimiento sobre la forma del cometa, ya que nos preguntamos si seremos capaces de localizarle", afirmó el geólogo planetario de la Universidad de Arizona, Jay Melosh. "Si todo sale bien, esperamos abrir un cráter de grandes dimensiones que atraviese la corteza y revele el interior del cometa. Pero no sabemos de qué están compuestos estos astros, por lo que desconocemos la resistencia que mostrará ante la colisión", matizó Melosh. Otro proyecto espacial fue noticia la semana pasada, pues la sonda Huygens llegó con éxito a la superficie de una de las lunas de Saturno, Titán, y envió a La Tierra fotografías y diversos datos. Según las primeras muestras, la superficie de Titán está compuesta por tierra helada y líquido bajo una espesa niebla, todo rodeado por un cielo anaranjado.