ÓPERA

El Teatro Real se estrena este año con el Barbero de Sevilla

Por Alba Rodríguez Santos2 min

Cultura10-01-2005

El Teatro Real comienza con fuerza el año y se implica en una ópera que tiene, sin duda, todos los alicientes para lograr un éxito extraordinario. Apostar por Gioachino Rossini es casi una garantía firmada de antemano y más, cuando quienes dan vida a los personajes son voces como la de Juan Diego Flórez y María Bayo.

Desde el pasado jueves día 13, las salas del Teatro Real de Madrid albergan una nueva producción de la ópera El barbero de Sevilla, elección de gran calidad que, garantiza ya un éxito rotundo para comenzar la temporada. De mérito son también los delegados en las tareas de dirección, casi todos veteranos de Rossini: el maestro Gianluigi Gelmetti se encarga de la dirección musical y es el propio director artístico del Teatro Real, Emilio Sagi, quien coordina la escena. Sagi declaraba durante la presentación de la obra el pasado miércoles que "somos un equipo que nos conocemos desde hace tiempo, eso nos permite transmitir el gozo de la música y de la armonía de Rossini". De la escenografía se encarga ya Llorenc Corbella y los trajes corren a cargo de Renata Schussheim. El tenor peruano Juan Diego Flórez, uno de los grandes descubrimientos operísticos de los últimos tiempos, vuelve a España como protagonista de esta obra inolvidable (que ha representado ya antes), y asegura que para él significa un paso muy importante en su carrera estar en el teatro Real, uno de los más importantes del mundo. El papel de Rosina, a la que dará vida María Bayo, se escribió pensando en una mezzosoprano y fue interpretado por grandes voces de la ópera como María Callas, Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza o Elisabetta Fodo. Por ello, Gelmetti puso inconvenientes en un primer momento cuando le hablaron de una soprano para hacer el papel; sin embargo la navarra María Bayo se ha adaptado de un modo increíble a este personaje, cargado de feminismo, rebeldía y valor; y repite papel, esta vez, en Madrid. El reparto restante lo forman Carlos Chausson y Pietro Spagnoli, dos expertos rossinianos de indiscutible calidad. El barbero de Sevilla es una comedia que no se deja caer en la risa fácil, sino que cargada de sutileza y armonía, invita a pasar un buen rato en medio de las gracias e ironías de la "comedia refinada" de Rossini. La música y el ritmo, lejos de sonar clasicistas, recuerdan más a los sonidos modernos del bossanova y el charleston. Todo ello, bajo el techo siempre cálido y elegante del Teatro Real, son una garantía indiscutible para acercarse al buen trabajo de unos artistas, a la poesía abstracta de un buen texto y a los buenos tiempos de la ópera,