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IRAQ

Los insurgentes llenan de sangre las fiestas navideñas

Por Chema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional26-12-2004

Ni un respiro. Diversos ataques de la insurgencia iraquí tiñeron de sangre una semana más todo el territorio iraquí. Varias docenas de muertos en un periodo de tiempo de especial significación sentimental para las tropas de la Alianza establecidas sobre el territorio del país del Golfo Pérsico.

La semana comenzó con la llamada hecha por los dirigentes chiíes a sus fieles al fin de la violencia y para evitar las represalias por la cadena de atentados perpetrada el fin de semana anterior en las ciudades de Nayaf y Kerbala en las que, en plena campaña electoral, perdieron la vida a más de 60 personas. En lo que a los rebeldes se refiere, el llamamiento cayó en vacío. Apenas 48 horas después se produjo el atentado más sangriento sufrido por el Ejército de EE.UU. en los últimos tiempos. Al menos 22 personas, entre ellas 20 soldados y civiles estadounidenses, murieron en el ataque contra una base cercana a la ciudad de Mosul. En el atentado, también resultaron heridas 66 personas. El ataque fue de especial virulencia debido a que uno de los cohetes impactó en uno de los comedores de la base Merez, donde en ese momento parte de la tropa almorzaba junto a varios miembros de la Guardia Nacional iraquí. El Ejército norteamericano barajó la posibilidad de que detrás del atentado estuviese un terrorista suicida. EE.UU. lanzó una operación para limpiar Mosul de insurgentes tras el ataque contra la base Medez. Este atentado significó el comienzo de una oleada de ataques que se prolongó hasta el pasado domingo. Al día siguiente, cinco personas murieron y otras 20 resultaron heridas en un atentado perpetrado con coche bomba en Mahmudiya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad. A continuación otras nueve personas murieron y 13 resultaron heridas como consecuencia de la explosión de otro vehículo bomba en un punto de control de Latifiya, al sur de Bagdad. Ya durante el fín de semana, una fuerte explosión de un camión cisterna en Bagdad causó al menos 12 muertos y 15 heridos. El día de Navidad tampoco estuvo presidido por la ausencia de violencia ya que fallecieron 14 personas, entre ellas un responsable de un partido nacionalista y dos funcionarios de la Defensa Civil. Sin duda suceso más sangriento de la jornada festiva se produjo en la ciudad santa chií de Kerbala, donde siete miembros de una misma familia murieron en una explosión que destruyó su casa, según anunció la Policía, estimando que la deflagración fue provocada por una bomba. Tanta violencia eclipsó otras dos noticias. La primera la de la liberación de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot, secuestrados el pasado 20 de agosto. Los informadores aseguraron que no fueron maltratados durante su secuestro de cuatro meses en Iraq, aunque pasaron momentos "a veces muy difíciles". La segunda de las noticias fue la ya tradicional visita de altos cargos políticos a las tropas. Este año le tocó al secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, quien llegó por sorpresa a la base militar atacada en Mosul. Tras visitar a algunos de los heridos en el ataque se desplazó a una base estadounidense cerca de Faluya, el bastión rebelde situado al oeste de Bagdad. Rumsfeld fue recibido con varios atentados. Nueve personas murieron en un ataque suicida con camión cisterna perpetrado en Bagdad, cerca de la Embajada de Libia, y otros tres civiles fallecieron en Nayaf.