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En camino las primeras ayudas para Asia

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura2 min
Sociedad26-12-2004

Pocas horas después de que se produjera el seísmo en el sureste asiático, la comunidad internacional se ha movilizado. Toda ayuda es poca cuando se trata de casi 20.000 muertos y unos destrozos naturales que aún no pueden cuantificarse con exactitud. Gobiernos y ONG se han puesto en marcha para enviar asistencia humanitaria y económica.

La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) llamó enseguida al mundo entero a recaudar al menos cinco millones de euros para asistir a los países afectados: Sri Lanka, India, Indonesia, Tailandia, Malasia, Bangladesh y Maldivas. Estos primeros fondos irán destinados a aportar "las inmediatas operaciones de rescate y salvamento". Al día siguiente de la catástrofe sale desde Copenhague un avión de la FICR con material médico para ayudar a unas 100.000 personas en Sri Lanka, el país más afectado. Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) tiene otro envío para Indonesia. La organización cuenta con diez expertos en la zona para evaluar las necesidades. Ellos han determinado mandar un avión con 32 toneladas de ayuda para las víctimas, entre equipos médicos, de higiene y saneamiento. Este material prestará asistencia a 30.000 o 40.000 personas. Además de las ONG, los gobiernos han tardado poco en activar medios. La Unión Europea otorgó tres millones de euros para cubrir las primeras insuficiencias surgidas a raíz del terremoto. Personal especializado de la UE se encuentra también en el lugar para examinar "las modalidades de asistencia técnica", según afirmó el comisario europeo, Louis Michel. A título individual varios países de la UE han expresado sus condolencias con los lugares dañados y han ofrecido su ayuda. Inglaterra, por ejemplo, ha accionado planes de emergencia desde sus embajadas y delegaciones diplomáticas en aquella zona. Irlanda ha destinado ya un millón de euros. La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) coordinará también dispositivos de emergencia para mandar al sureste asiático. Alemania hará lo mismo, y Francia, y Grecia, y tantos otros. Fuera de la UE, se ha producido asimismo un bombardeo de propuestas de colaboración. Rusia prevé el envío de dos aviones y un helicóptero de salvamento con tiendas de campaña. Japón puso a funcionar rápidamente una oficina para canalizar las ayudas médicas y alimentarias, fundamentalmente. Venezuela aportará ayuda humanitaria; Chile, Pakistán, Suiza, Turquía, Kuwait (que enviará un millón de dólares), y muchos más han reiterado su intención de asistir en lo posible. La cooperación internacional es imprescindible, y lo es ya, tal y como se afirma desde entidades como Oxfam, pues las inundaciones han podido contaminar las aguas y los alimentos escasearán. Se agradece no sólo la ayuda oficial, sino también la de personas anónimas o empresas.