EDUCACIÓN
Aumenta el fracaso escolar en la Secundaria
Por Mar García2 min
Sociedad19-12-2004
El Gobierno ya ha anunciado nuevas medidas -aumento en un 7,3 por ciento para educación de los Presupuestos Generales del Estado, cambios en el sistema universitario, aumento en un 25 por ciento del gasto en investigación y desarrollo- para solucionar un problema que viene de atrás. La primera reforma educativa se iniciaba en 1990 y desde entonces, los planes para mejorar un sistema que parece no funcionar se han sucedido en gobiernos del Partido Popular y del Partido Socialista.
Desde la oposición, las nuevas reformas educativas -que suprimen una prueba general en bachillerato por la ya conocida selectividad- no homologan los estudios secundarios y no son una vía de acceso segura a la universidad. Eva Almunia, Secretaria de Educación y Ciencia, ha recalcado que ha diferencia de reformas anteriores "la reforma de la LOU ha sido aplaudida por la Conferencia de Rectores, Federaciones de Enseñanza de UGT y CC.OO y por la Federación de Asociaciones de Estudiantes". A pesar del consenso adoptado, las asociaciones de profesores y de padres de alumnos coinciden en culpar a las sucesivas reformas de la ley, del fracaso en las aulas y abogan por la necesidad de crear un pacto de Estado en materia de educación. El presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, Honorio Vega, relaciona el déficit en el rendimiento de los estudiantes con los efectos de la reforma educativa emprendida por el PSOE en 1990 y por la \"falta de estabilidad del sistema". Por otra parte, Lola Albelló, presidenta de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos) coincide también en que lo que hace falta es potenciar la inversión, la atención individualizada de los alumnos y el trabajo en equipo de los docentes como medidas ante un "sistema que falla". Como medida para combatir la tasa creciente de fracaso escolar dentro de la ESO, la Universidad de Zaragoza en colaboración con el Centro Educativo Bosco han puesto la informática al servicio de la docencia. Se trata de una nueva aplicación que simula ser un profesor particular en Matemáticas, Lengua e Inglés. El proyecto tiene tras de sí cuatro años de investigación y un gasto de casi 400.000 euros. Su director, Santiago Molina, afirma que la innovación radica en que "hasta ahora casi todos los productos didácticos de informática, están pensados para apoyar al profesor y en este caso está dirigido a los alumnos".