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TENIS

Rusia culmina su gran año con la ‘Fed Cup’

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes28-11-2004

Rusia no falló y se hizo, en el palacio de hielo Krylatskoe de Moscú, con su primera Copa Federación. No lo tuvo fácil, sin embargo, para derrotar a un correoso equipo, el de Francia, que hasta el último instante tuvo opción de revalidar el título. Austria y España fueron las convidadas de piedra a la fase final, pues se fueron de las semifinales sin conseguir ninguna victoria.

A pesar de acudir a la fase final sin sus dos mejores jugadoras, Amélie Mauresmo y Mary Pierce, Francia dio la talla en la Copa Federación y complicó mucho la final a las rusas. El espíritu combativo del equipo que capitanea Guy Forget y los nervios, sobre todo de Svetlana Kuznetsova, hicieron peligrar un título para el que Rusia era clara favorita, por su condición de anfitriona. Sin embargo, la joven de 16 años Tatiana Golovin, nacida precisamente en Moscú, dio la talla en sus primeros partidos individuales –antes sólo había jugado los dobles en la eliminatoria de cuartos de final, contra Italia– y obligó a Anastasia Myskina a ganar sus dos partidos individuales, amén del punto decisivo de dobles, en el que por decisión del capitán, Shamil Tarpishev, reemplazó en el último momento a Elena Likhotseva. Rusia tan sólo concedió un punto en contra para imponerse a Australia y Argentina, mientras que Francia arrolló en sus eliminatorias contra Alemania e Italia, respectivamente. Tanto rusas como francesas fueron los más fuertes de la competición, como demostraron en semifinales, al barrer a Austria y España respectivamente. Las españolas, que por primera vez jugaron sin la veterana Conchita Martínez –la aragonesa había ayudado, con todo, a las chicas de Miguel Margets a superar por la mínima, en las dos primeras rondas, a Suiza y Bélgica , que compitió sin Kim Clijsters ni Justine Henin, y asegurarse la permanencia en el Grupo Mundial–, acudieron a la fase final con Anabel Medina, María Antonia Sánchez-Lorenzo y Marta Marrero, llamadas a adquirir experiencia, y la madrileña Virginia Ruano como único puntal del equipo –aunque insuficiente– en los dobles.