CÁMARAS
El Senado veta el proyecto de ley de horarios comerciales
Por Javier de la Fuente
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Economía28-11-2004
La composición de las cámaras ya vaticinaba conflictos como éste. Esta peculiar situación deja al Gobierno, junto con sus socios, con mayoría en el Congreso, mientras que en la cámara baja el Partido Popular goza de mayoría y tiene la potestad de echar atrás los proyectos de ley aprobados por el Consejo de Ministros. Si la decisión es ratificada por el pleno del Senado, la proposición de ley será devuelta al Congreso.
El proyecto de ley es “técnicamente malo”. Así califica el senador del Partido Popular Javier Marqués López a la iniciativa del Gobierno de regulación de los horarios comerciales. A su juicio, ha sido preparado con precipitación, sin hacer estudios previos y sin contar con la opinión de los sectores implicados ni de las comunidades autónomas, a pesar de que éstas tienen atribuidas competencias en esta materia. Asimismo, Marqués considera que el proyecto de ley perjudica a los consumidores porque reduce sus posibilidades de compra, además de dañar al pequeño comercio. Las alternativas que ofrece el Partido Popular se centran en un mínimo de 12 festivos al año y 90 horas a la semana, así como la libertad total de horarios para comercios de menos de 300 metros cuadrados. Por otro lado, los otros dos detractores del proyecto de ley vetado, Convergencia y Unión (CIU) y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), han argumentado que en el proyecto se invaden las competencias de las comunidades autónomas. En este sentido, el senador de CIU Carles Gasoliba justifica el veto de su grupo en el hecho de que el proyecto de ley no tiene en cuenta las competencias de las comunidades autónomas, no defiende a los comercios y no permite que los ayuntamientos de localidades turísticas puedan adoptar algunas decisiones. La reacción del Ejecutivo ha venido de boca del socialista Carlos Chivite, quién ha afirmado que el único propósito del Partido Popular es “desestabilizar” al Gobierno, mientras que mostró su convencimiento en que existen posibilidades de alcanzar un acuerdo con nacionalistas catalanes y gallegos para que este proyecto de ley no sea vetado en el Pleno del Senado.