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IRLANDA DEL NORTE

El proceso de paz, en la cuerda floja

Por Txema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional09-09-2001

El proceso de paz de Irlanda del Norte se encuentra en un punto extremadamente delicado a causa del colapso de las instituciones norirlandesas. Los enfrentamientos entre ambas comunidades no han llegado a cesar nunca pese a el “alto el fuego” acordado. El episodio del colegio católico Sagrado Corazón fue el último de una serie de muchos, en los últimos meses.

El principal escollo para los unionistas es el desarme efectivo y verificable del IRA (Ejército Republicano Irlandés), pese a que los muchos grupos paramilitares protestantes no tienen voluntad de hacer lo propio. Por su parte, los católicos consideran la reforma de la policía norirlandesa y la desmilitarización de la provincia y la estabilidad de las instituciones de autogobierno, como los principales temas a tratar. Estos obstáculos han sido los que han provocado los principales retrocesos en el proceso. Así, David Trimble agravó el conflicto político, ya de por sí delicado, al presentar su dimisión el pasado 1 de julio como ministro principal de Irlanda del Norte, según Trimble, a causa del inmovilismo del IRA respecto a la entrega de armas. La crisis provocada por la dimisión hizo que los gobiernos de Londres y Dublín presentasen una propuesta para reactivar el proceso de paz a los partidos del Ulster el pasado 1 de agosto. El documento, innegociable, debía ser aceptado o rechazado varios días después de su presentación. El IRA, escasas horas antes de que acabara el plazo, propuso su propio plan de desarme, que si bien no era lo que exigían los unionistas, era un paso hacia delante. Por su parte, los unionistas ni siquiera llegaron a pronunciarse sobre el plan de Londres y Dublín; y rechazaron la oferta del grupo terrorista por considerarla insuficiente. El momento cumbre de conflicto se produjo días después cuando el Gobierno británico suspendió la autonomía de Irlanda del Norte durante 24 horas a causa de que se había agotado el plazo para que David Trimble pudiera ser reelegido ministro principal de la provincia, o para que los partidos norirlandeses pudiesen designar a un sustituto. La suspensión de las instituciones norirlandesas provocó la marcha atrás del IRA en su propuesta de desarme y su rechazo al plan de la reforma de la policía del Ulster hasta dejar la situación en su actual estado en el que los gobiernos británico e irlandés tratan de acercar posturas antes de que termine el mes de septiembre y el proceso de paz se rompa definitivamente.