MODA
‘Pasarela Cibeles’, la moda convertida en arte
Por Lola Ocaña1 min
Cultura07-09-2001
La trigésimo cuarta edición de la Pasarela Cibeles ha estado marcada, además de por las nuevas tendencias en lo que a ropa se refiere, por la vuelta a la pasarela madrileña de diseñadores, como Devota y Lomba, considerados disidentes de esta muestra, y la incursión, por primera vez, de nuevas promesas en el mundo de la moda.
Madrid ha vivido siete días en la que los nombres más destacados de alta costura española han mostrado sus colecciones para la primavera-verano del 2002. Las tendencias de esta edición están marcadas por la sensualidad, el brillo y la feminidad que llega a su culmen con las transparencias en todo tipo de complementos. El tacón de aguja ha sido el protagonista de todos los desfiles. Pero, sin duda, más allá de las tendencias para la próxima temporada, por lo que se recordará esta Pasarela Cibeles será por la reaparición de diseñadores conocidos como disidentes de esta muestra de moda española, este ha sido el caso de modistos como Modesto Lomba, de la firma Devoto y Lomba, quien ha reaparecido en la pasarela madrileña con una colección que resalta a través de colores pastel la figura de la mujer. Otra de las novedades, ha sido la presentación de jóvenes diseñadores, que si bien prometía ser uno de los actos más innovadores de la Pasarela su resultado fue decepcionante y triste. Los diseñadores noveles mostraron escasa innovación y exceso de artesanía. Fue Spastor quien ganó el Premio L’ Oreal al mejor diseñador joven y cuya muestra fue la excepción. El viernes día 7 se cerró Cibeles con el pase de Francis Montesinos con Cuba y las plantaciones de tabaco como tema de fondo. Los tejidos, la mayoría estampados que Montesinos paseó por la Pasarela, iban desde el lino, al tul, pasando por el elástico y la seda. Así, un año más se celebró la Pasarela Cibeles, uno de los encuentros más importantes de la moda de España.