FÚTBOL
Liechtenstein ni jugó ni dejó jugar
Por Miryam Briz1 min
Deportes06-09-2001
España salió al césped del Rheinpark Stadion, en Vaduz, virtualmente clasificada para el Mundial de Japón y Corea. Por ello su objetivo inicial era dominar la situación y llegar cuanto antes a la portería de Jehle. Pero la débil Liechtenstein defendió a capa y espada su zona, con lo que impidió a los de Camacho cumplir su misión.
Así, los españoles sólo gozaron de la posesión del esférico, pero sin profundidad, sin ocasiones de gol. Con todo, Liechtenstein ni dejó jugar ni jugó: más escasas aún fueron las oportunidades de los locales, que en el primer tiempo apenas hicieron trabajar a Casillas. Sólo un gol en la primera parte, el que marcó Raúl, que además de adelantar a España, le sirvió para superar el récord histórico de goles de Di Stéfano, con 22. Cifras aparte, el partido continuaba tedioso y el balón corría y corría de un lado a otro sin rumbo fijo aunque con un dueño casi permanente: España. Los de Camacho continuaron creando incertidumbre y jugando como si de un entrenamiento se tratase en la reanudación. No eran capaces de llevar el balón a las bandas, pues Luis Enrique y Etxeberría no se pegaban a la cal e iban al centro, e incluso les era difícil encarar a los rivales. El seleccionador introdujo cambios, de modo que los debutantes Albelda y José Ignacio ocuparon el doble pivote en el medio campo, pero los españoles no impresionaban y ni tan siquiera futbolistas de la talla de Raúl, Mendieta o Morientes conseguían animar a los espectadores que, aburridos, optaron por hacer la ola. Ya en los últimos suspiros del partido, el mallorquín Nadal consiguió el segundo tanto del encuentro que daba la victoria definitiva a la selección española, pero las dudas quedaron en mente de todos los españoles sobre la actuación de la selección en el Mundial. Con todo, José Antonio Camacho tiene tiempo más que suficiente para hacer probaturas y llevar a Japón y Corea un equipo más competitivo que el que se vio en Liechtenstein.