Causas del enfrentamiento con Estados Unidos
Por Noelia Hernández Martín2 min
España15-10-2004
Parece que en el protocolo, la diplomacia o la política en general se paga con la misma moneda. O eso al menos es lo que suele hacer el Gobierno de George W. Bush. La retirada de las tropas españolas de Irak ha generado asperezas en las relaciones con el Ejecutivo estadounidense. Unas discrepancias que quedaron de manifiesto en el desfile de la Fiesta Nacional del pasado 12 de octubre.
La presencia de las banderas de Francia e Italia y la ausencia de la de Estados Unidos. Los soldados que un día fueron aliados de España, no han sido invitados al desfile del Dia de la Hispanidad. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero era el principal líder de la oposición dejó muy claro cuál era su posición respecto a la relación con Estados Unidos. Ya el año pasado mostró su rechazo a la presencia de los soldados estadounidenses en el desfile del 12 de Octubre. Quedó de manifiesto cuando Zapatero no se levantó de su asiento al paso de la bandera de Estados Unidos. Un gesto que quedó grabado en las cámaras de televisión y también en la memoria del equipo de Bush. Los republicanos se guardaron ese as en la manga y lo han sacado un año después, el mismo día y en el mismo lugar. El embajador de este país en España, George L. Argyros, lo manifestó en un almuerzo con el Rey dos días después. El representante de Estados Unidos alegó que no había acudido al desfile militar porque quería desairar a Zapatero quien, el año anterior, no se levantó al paso de la bandera de Estados Unidos, invitada a participar en la parada militar de la Fiesta Nacional. Son muchos los que también miran a Irak para explicar este conflicto diplomático. El ministro de Defensa, José Bono, aseguró que "algunos no han asimilado la retirada de tropas de Irak". Aunque el presidente del Gobierno ya ha manifestado, por si quedaba alguna duda, su inamovible posición en este asunto. Zapatero ha lanzado un claro mensaje a Washington y ha asegurado que nada ni nadie le hará cambiar su convencimiento. "Mantengo mi postura discrepante y es una postura de fondo que responde a mi compromiso con el pueblo español. Creo, además, que el tiempo me ha dado la razón".