EUROBASKET

Muchos gallos en un corral demasiado pequeño

Por Roberto J. Madrigal1 min

Deportes02-09-2001

La selección española fue contundente a la hora de responder a quienes les daban favoritos para conseguir medalla en el Europeo: “es muy difícil, hay ocho o nueve equipos con opciones de conseguirla”.

El despegue del baloncesto europeo, que está exportando numerosos jugadores a la NBA, es el motivo de esta afirmación. Casi cada país tiene jugadores capaces de marcar la diferencia: Alemania, Francia, Grecia, Italia, Lituania, España, Turquía, Yugoslavia y Rusia son los candidatos a conseguir las medallas del Europeo, o como máximo, a los cinco puestos que dan acceso automático al Mundial de Indianápolis (Estados Unidos). Italia es la vigente campeona del Europeo, con un buen plantel de jugadores italianos, como el alero Andrea Meneghin, y el apoyo de los nacionalizados Fucka en el pivote y Carlton Myers en la dirección. Pero tiene en su grupo a otros dos equipos potentes, caso de Rusia y Grecia. Los rusos cuentan con muy buenos jugadores en la NBA, como el joven pívot Kirilenko. El equipo griego tiene una gran plantilla y jugadores que militan en los mejores clubes europeos, pero sobre todo veteranía. Alemania ya fue campeona del Europeo en 1993, y aspira a un buen papel con el concurso de Dirk Nowitzki, jugador de los Dallas Mavericks. Pero Yugoslavia, siete veces campeona del Europeo, querrá resarcirse del tercer puesto de 1999 y confirmar que tiene a los mejores jugadores del torneo, entre ellos Bodiroga, Stojakovic o Gurovic. Francia y Lituania tendrán una dura competencia para lograr la primera plaza de su grupo. Los lituanos combinan veteranía y juventud con una calidad excelente, no en vano son los actuales subcampeones olímpicos, mientras que los franceses tienen un excelente juego de equipo, a pesar de la ausencia de Antoine Rigaudeau. Pero sobre todo habrá que prestar atención a los turcos, que juegan en casa y tienen dos excelentes aleros, Kutluay y Turkoglu, jugador de los Sacramento Kings, y estarán apoyados por un público ruidoso e intimidador, que puede llevar a su favor a los árbitros en caso de duda.