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OPERACIÓN ANTITERRORISTA

La Policía detiene a cinco personas “que habían dado su visto bueno” para cometer su primer atentado

Fotografía
Por Raúl RomeroTiempo de lectura2 min
España06-10-2004

«Estamos dispuestos a agujerear todas las paredes y, si es necesario, poner patas arriba el caserón», señalaron agentes antiterroristas refiriéndose a la casa de la población francesa de Salies de Bearn en la que se escondían el máximo jefe del aparato político, Miguel Albizu Iriarte, «Mikel Antza»•y la responsable del aparato económico, Soledad Iparraguirre, «Anboto».

Las investigaciones realizadas desde el pasado domingo, han permitido hallar el escondite en el que ETA guarda una gran cantidad de dinero proveniente del chantaje terrorista conocido como «impuesto revolucionario». Además, del registro inicial realizado en la casa de Serbielle en la localidad de Domintxine-Berroeta, se ha deducido que ésta era utilizada por ETA para grabar sus comunicados. A lo largo de esta semana, se han producido cinco detenciones en una operación desarrollada en Navarra y Guipúzcoa. Los detenidos, cuatro hombres y una mujer, «habían dado su visto bueno a ETA para integrarse en su estructura operativa y estaban a la espera de recibir instrucciones para lo que fuera», dijo el ministro del Interior, José Antonio Alonso, en una rueda de prensa. La operación, que continúa abierta, fue puesta en marcha a las dos de la madrugada y ha supuesto, además de las detenciones, la incautación de documentos y ordenadores que serán analizados. En San Sebastián, la Guardia Civil detuvo a Juan José Zarautz Lekuona, de 47 años, y José Ramón Unanue Urdanpilleta, de 43. En Irún fueron arrestados María Arantzazu Sánchez Larrarte, de 47 años, y Aimar Guzón Arrese, de 27. Todos ellos están acusados de presunta colaboración o pertenencia a banda armada. También se detuvo a Aimar Ayarza Larrarte en Pamplona. Ésta «tenía encomendada, al parecer, la tarea de captar personal» para ETA, según el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa. Los cinco detenidos fueron trasladados a Madrid. Ayarza, nacido en 1978 en San Sebastián, tiene antecedentes por violencia callejera y fue arrestado en 1997 en Irún por la quema del coche de un ertzaina. En su vivienda, la Guardia Civil no halló armas, pero sí un ordenador y distinta documentación que está siendo analizada. Alonso dijo que espera que ese análisis dé «buenos frutos», aunque advirtió de que es una tarea que «se prolongará los próximos días, semanas y meses». Alonso rehusó pronunciarse sobre la situación en la que ha quedado ETA después de la captura de su cúpula o acerca de quiénes pueden tomar el relevo de «Antza» y «Anboto», pero sí dijo que la banda «no tiene ningún futuro» en «ningún lado».