REPORTEROS DE GUERRA
El Estado concede la Medalla del Trabajo a seis periodistas
Por Elena Villegas1 min
Comunicación11-10-2004
Seis informadores fallecidos en guerras ha sido condecorados con la medalla de oro al Mérito en el Trabajo, título que no ha recibido Miguel Gil, muerto en el 2000, por la oposición de su familia.
José Couso, Julio A. Parrado, Julio Fuentes, Ricardo Ortega, Jordi Pujol i Puente y Juantxu Rodríguez. Todos ellos son informadores fallecidos mientras cubrían algún conflicto bélico entre 1989 y 2004 y los seis han recibido, a título póstumo, la medalla de oro al Mérito en el Trabajo. El motivo de la condecoración es, según María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera del Gobierno, que “dieron su vida para que estuviéramos más informados, murieron para que fuéramos más libres”. Fernández de la Vega describe a los seis reporteros como “personas que no eligieron ser héroes, pero que tuvieron un comportamiento heroico”. En dicha descripción también encaja Miguel Gil, que, a los 32 años, murió asesinado en Sierra Leona en el 2000. El hecho de que su nombre no aparezca junto al de los seis condecorados se debe a que su familia ha rechazado la propuesta del Gobierno. El 29 de septiembre la familia Gil recibió una llamada en la que le explicaban que el Consejo de Ministros iba a premiar el trabajo de Miguel y que, aunque no es necesario para entregar esta medalla, querían contar con el consentimiento de los familiares. La respuesta fue negativa porque debían darla de inmediato y porque, según declaraciones del hermano, Álvaro Gil, a Periodista Digital, la decisión de condecorar a los seis periodistas “viene a través del tema Couso”. En la entrevista concedida al citado periódico digital, Álvaro Gil señala que “lo primero que uno piensa es que éstos harán lo mismo que hicieron con el tema Couso”, caso que considera politizado. Su familia lleva la Fundación Miguel Gil, que tiene dos funciones: por un lado, apoyar a los familiares de periodistas y, por otro, continuar con la obra social que Gil llevaba a cabo en las poblaciones africanas más necesitadas.