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SIN CONCESIONES

Voluntarios

Fotografía
Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión09-12-2002

Observo atónito a cientos de jóvenes camino de Galicia para limpiar de chapapote las playas. La estampa me sobrecoge. Son voluntarios. Decenas de autobuses avanzan hacia la Costa de la Muerte repletos de vitalismo. Voluntarios. Quién dijo que la juventud actual es egoista y no piensa en los demás. El espíritu de construir un mundo mejor mueve a las masas hacia la zona cero que ha provocado el Prestige para contrarrestar la irresponsabilidad de otros con incondicional entrega. Voluntarios. Nadie les ha pedido que vayan. Acuden atraídos por el compromiso con la madre naturaleza, preocupados por el presente de miles de familias damnificadas, intranquilos por el futuro que herederán las próximas generaciones. Voluntarios. Nadie paga su esfuerzo y su sacrificio. Sólo reciben a cambio la satisfacción de estar haciendo lo correcto. Un simple "gracias" es, en el mejor de los casos, la única contraprestación. El voluntario convencido ni persigue el agradecimiento ni lo necesita. Simplemente, da su cariño a los demás a través del trabajo. No sólo en casos de catástrofes ecológicas, metereológicas o humanitarias. También en su vida diaria es voluntario con los que le rodean. Ayudar es un acto voluntario e intrínseco al ser humano. Su esencia parece ridícula en la vorágine del capitalismo y el afán materialista. Antaño era un rasgo de generosa actitud y buena educación. El siglo XX hizo de la solidaridad un don de ingenuos antes de transformarlo en una moda. Voluntarios. Personas de corazón sensible y ojos húmedos que socorren a quienes padecen sufrimiento. Con altruismo complementan la obligación de otros. A veces, en casos de dejadez de funciones, incluso la sustituyen. Son los primeros en acudir a la llamada de alerta que lanza el mundo. Son los héroes del nuevo milenio. Los únicos supermanes y spidermen que sobreviven más allá de los cómics son los voluntarios. Los que luchan contra el chapapote del Prestige y los que en el anonimato combaten todo tipo de males.