ANÁLISIS DE LA SEMANA
Lo importante es volver
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad05-09-2004
Después de agosto no hay vida. Hay estrés, enfados, prisas, depresiones postvacacionales, agobios, y tonterías variadas. Termina el mes de agosto y parece que se acaba el mundo, que ya hay que comprarse un abrigo aunque el termómetro no baje de los 20º hasta dentro de un mes y coleccionar las pelotillas de los cien escarabajos más raros del mundo, aunque uno sepa dónde ponerlos. Claro, de venta en su quiosco. Pese a todo, septiembre es un mes de buenas intenciones, de dietas, de la limpieza general, la redecoración de la casa, de la vuelta al cole, de no cabrearse con la pareja y de ser más transigente. Éso después de haberse atiborrado a paellas y heladitos, de no pegar ni golpe con la escoba, de haber olvidado todo lo aprendido, de haber ligado en traje de baño como un adolescente -y de haber tenido algún que otro escarceo amoroso, o al menos presumir de ello- y de haber maldecido a los inmigrantes por ir en coches cargados hasta los topes a una velocidad más lenta. O eso dice el españolito de a pie, para sentirse más él mismo, claro. Mentirijillas piadosas, que se diría... Poco presumen los individuos de la insensatez de esperar cola para ducharse en la playa, de vivir dos días en un atasco en la carretera, de haber comido más hamburguesas que marsico o de haber caminado por un paseo marítimo colapsado de calor humano. Menos mal que ha llegado septiembre y con él, un poquito -sólo un poquito-, viene también el sentido común. Porque lo importante, como dicen los paneles de las carreteras, es volver.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo