El sida, la enfermedad del siglo XXI
Por Sandra Carretero2 min
Sociedad14-07-2004
"Que el mundo sepa que nos morimos" es uno de los gritos que miles de tailandeses han vitoreado para intentar conseguir el dinero que podría acabar, o por lo menos paliar, el sida. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se ha convertido en el mayor virus del siglo XXI, y su expansión es tal, que en el 2015, serán muchas los países africanos y asiáticos que se verán en graves problemas sociales y económicos.
Cada día mueren en el mundo 8.000 personas y cada 24 horas se contagian del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida, o en siglas VIH, 14.000 personas. Las cifras van en aumento y cada vez crece más la preocupación por la enfermedad que ya se conoce como la epidemia del siglo XXI. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha querido presentar en Bangkok estas cifras en la XV Conferencia Internacional sobre el Sida en la que se deja claro que en el 2015, el sida será la primera causa de mortalidad entre la población en edad de trabajar, lo que afecta sobre todo a los países subdesarrollados que están en vías de crecimiento económico como India o China. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha pedido en esta Cumbre del Sida a los países de Asia y el Pacífico que actúen con firmeza contra el VIH porque es una grave amenaza social y económica que está acabando con la vida de millones de personas. El secretario de la ONU recalcó la importancia de detener los contagios, ya que 7´5 millones de africanos están afectados por este virus letal. Otro de los puntos importantes que se han debatido en esta cumbre es el empleo y la obtención de los medicamentos entre los que se encuentran los antirretrovirales, ya que sólo el siete por ciento de los enfermos más graves recibe fármacos. Además, varios laboratorios tailandeses y americanos han descubierto que un medicamento puede evitar cuatro de cada cinco contagios entre madres embarazadas que sean portadoras del sida. Uno de los comentarios que desató las mayores críticas fueron las declaraciones del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que quiso imponer la fórmula que ha hecho que en su país decrezcan los contagios: "Absteneos, sed fieles, y si no podéis, utilizad un preservativo". Pero mientras dentro de la conferencia se debatía sobre el sida, fuera de las instalaciones eran muchos los tailandeses que se concentraban con pancartas como "que el mundo sepa que nos morimos" o "ustedes hablan, nosotros morimos", para pedir a los países desarrollados que aporten los 10.000 millones de dólares al Fondo Global contra el Sida para acabar con la mayor epidemia del siglo XXI.