Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

IRAQ

Se suceden los atentados con coche bomba en Iraq

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional20-06-2004

La posguerra iraquí sigue sumando víctimas mientras en los foros internacionales se busca la manera de atajar la situación. La Resolución adoptada la pasada semana por Naciones Unidas no convence a un pueblo iraquí azotado a diario por la desatada violencia que se vive en la región.

Los ataques suicidas con coche bomba comenzaron el domingo anterior. Fueron tres en el transcurso de 24 horas. El primero se dirigió contra una patrulla policial y mató a siete personas, el segundo acabó con la vida de un soldado en una carretera al norte de Bagdad y el tercero, que tuvo lugar el pasado lunes en el centro de la ciudad, provocó la muerte de 16 personas e hirió a otras 60. Mientras el primer ministro iraquí, Iyad Allawi, promete “medidas firmes” para frenar este tipo de ataques después del traspaso de poder el próximo 30 de junio, fuentes de la coalición que lidera EE.UU. pronostican que esta situación se prolongará más allá de la fecha señalada, justificando la necesidad de la presencia militar en el país. Los principales objetivos de los ataques rebeldes siguen estando en las sedes del Ejército norteamericano, así como en los centros de reclutamiento y las comisarías de la Policía iraquí. Los miembros del nuevo Gobierno del país también se sitúan en el punto de mira. Kamal Jarrá, director de Relaciones Culturales del Ministerio de Educación, fue asesinado un día después de la muerte de Basam Kuba, que ostentaba la Subsecretaría del Ministerio de Exteriores. Sin embargo, son las nuevas fuerzas de autoprotección iraquí las que han resultado más azotadas por la violencia esta semana. El pasado jueves, dos nuevos atentados acabaron con la vida de 40 personas e hirieron a otras 141. El primer coche bomba hizo explosión por la mañana junto a un centro de reclutamiento en el sureste de Bagdad. Causó 35 víctimas y fue perpetrado por un terrorista suicida. Llevaba las manos atadas al volante para no fallar en el último momento. Cuatro horas más tarde, en la zona norte de la ciudad, seis miembros del Cuerpo de Defensa Civil fallecían también en una explosión. Tales acontecimientos, han llevado al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a declarar su “extremada preocupación” por la situación iraquí, en una comparecencia en la que también anunció que Naciones Unidas no regresará al país árabe. El final a esta semana negra lo ha puesto el Ejército estadounidense con un bombardeo desde el aire sobre un barrio de Faluya. La ciudad, enclave de referencia rebelde, se ha convertido en prioridad para las fuerzas norteamericanas, que centran ahora todo su potencial en dominar la región. Según el general de brigada, Mark Kimmit, el bombardeo respondió a una “información de inteligencia” que sostenía la existencia de miembros de Al Qaeda en una de las casas de la barriada. Fueron cuatro los edificios afectados y 22 las víctimas mortales.

Fotografía de Isabel A. Vega