ANÁLISIS DE LA SEMANA
Viejos (tiempos)
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad02-05-2004
Recuerdo mi infancia en un pueblo sin asfalto en las calles, con las vacas en procesión cada atardecer, los abuelos sentados bajo una morera y las mujeres cosiendo en tertulias al sol. No hace tanto de aquello y no había entonces estreses ni puñetas que dañasen a nuestros queridos viejos. En la actualidad, no tanto tiempo después decía antes, parece que el Alzheimer no afecta sólo a los más mayores. Aunque hay quienes luchan por mejorar la calidad de vida de quienes fueron niños antaño, muchos otros nos olvidamos de los abuelos. La vida moderna nos obliga a ellos. Y nosotros nos dejamos obligar. Hace miles y miles de años se envejecía más rápido y aunque en las relaciones entre hombres siempre ha primado la fuerza y la violencia, lo de antaño no tiene nada que ver con los golpes que se dan ahora. Se supone que estamos en una sociedad civilizada y que, aunque todos tenemos algo de animales, somos sobre todo seres sensibles y pensantes. En algunas cosas cualquier tiempo pasado fue mejor, sobre todo en aquella paz que se respiraba antaño, cuando las mujeres cosían al sol y los hombres paseaban por medio de las calles, y no había prisas, ni estreses, ni enfermedades raras por las que preocuparse, ni noticias, porque no había casi radios, y por ello, quizás, no había noticias malas, es decir, las noticias que se dan hoy. Hay ocasiones a las que a una le gustaría volver atrás, o apagar la televisión mientras aguardo el milagro de que el mundo vaya a mejor.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo