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IRAQ

Al menos 63 soldados de la coalición mueren desde el final de la guerra

Por Ángela González RodríguezTiempo de lectura2 min
Internacional29-06-2003

“Desafortunadamente, el caso es que seguimos sufriendo bajas, pero no es una amenaza estratégica a la coalición de fuerzas (en Iraq)”. Así resume Paul Bremer, administrador civil de Iraq, la inseguridad que se está viviendo en la zona.

A pesar de que el 1 de mayo se dio por finalizada la segunda guerra de Iraq, ya son 63 los militares de la coalición que han perdido la vida en la región mesopotámica. Los últimos días han estado protagonizados por una ola de ataques dirigida contra soldados estadounidenses y británicos asentados en el territorio iraquí. Aunque las fuerzas de EE.UU. han encontrando los mayores focos de resistencia al norte y al oeste de Bagdad, así como dentro de la misma capital, el Ejército aliado sospecha que la principal fuente de actividad paramilitar del Iraq central está ubicada a lo largo del río Tigris, desde Bagdad hasta el poblado de Samarra, situado a 100 kilómetros al norte de la capital. Para Bremer, la explicación de este rebrote de violencia está claro: “No hay duda de que el hecho de que no hayamos sido capaces de mostrar su cara ha permitido que los remanentes del régimen Baaz vayan por los bazares y por los poblados diciendo que Sadam volverá, así que no cooperen con la coalición”. No obstante, Paul Bremer no ha perdido la esperanza ya que afirmó que las oportunidades para capturar al ex presidente iraquí son "muy altas". Las declaraciones de Uafiq Al Samarrai, ex jefe de los servicios secretos militares iraquíes -quien asegura que el derrocado presidente Sadam Husein se escondía en el desierto cerca de Samarra, al norte de Bagdad- parecen ratificar los vaticinios del administrador estadounidense. "Tenemos numerosas informaciones que señalan su presencia en la región, aunque nadie lo haya visto" señaló Al Samarri, quien ha anunciado que partirá hacia el desierto de Samarra con el objetivo de descubrir el escondite del rais. Mientras tanto, los ataques perpetrados por fieles seguidores de Sadam siguen teniendo a los militares de las fuerzas internacionales como blanco preferido. En Amarah, a unos 200 kilómetros al norte de la segunda ciudad iraquí, Basora, controlada por fuerzas de Reino Unido, ataques sucesivos se saldaron con seis soldados muertos y otros ocho heridos. Asimismo, un soldado norteamericano ha muerto y otros nueve han resultado heridos mientras patrullaban en Kufa, cerca de Najaf, a 130 kilómetros al sur de Bagdad. No obstante, el primer ministro británico, Tony Blair, ha señalado que la situación puede mejorar en las próximas semanas con la llegada de miles de militares de una veintena de países que integrarán la fuerza multinacional acordada para Iraq, y que se distribuirá en los tres sectores militares en los que ha sido dividido ese país. Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha indicado que esta organización no puede hacerse cargo ahora del mantenimiento de la seguridad en Iraq y que ello corresponde a "las fuerzas de ocupación”.

Fotografía de Ángela González Rodríguez