CAJAS ANDALUZAS
La Junta de Andalucía gana el pulso que mantenía con las cajas sevillanas
Por Gema Diego1 min
Economía22-06-2001
"Esto, simplemente, es una triste historia de traiciones, soberbias y alianzas inexplicables que va a terminar mal para quien está jugando mal" había señalado la vicesecretaria del PSOE de Andalucía, María del Mar Moreno. El culebrón de las cajas andaluzas se había convertido durante las últimas semanas en un penoso espectáculo de acusaciones cruzadas e intereses políticos.
El desafío a la Junta por parte de los presidentes de El Monte y San Fernando se concretó el martes de la semana pasada. El lunes, Juan Manuel López Benjumea consiguió, mediante su voto de calidad, que el Consejo de Administración de Caja San Fernando se negase a poner en marcha la renovación de cargos. El martes, Isidoro Beneroso no tuvo ningún problema para lograr que El Monte ratificase la decisión que ya había tomado San Fernando. Ante este acto de rebelión, el PSOE decidió abrir expediente sancionador a los dos presidentes, Beneroso y Benjumea, así como a otros dos consejeros militantes del PSOE que les habían apoyado: el secretario del Consejo de Administración de Caja San Fernando, José Antonio Parra, y uno de los vicepresidentes de El Monte, Rafael Serrano. De esta forma, el PSOE pretende expulsarles del partido. Asimismo, intentará que la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento de Camas, corporaciones que eligieron a Beneroso y a Benjumea para que las representasen en los órganos de gobierno de las cajas, promuevan la sustitución de los dos presidentes. Sin embargo, cuando parecía que Benjumea y Beneroso conseguirían sacar adelante el proyecto de fusión con el proceso electoral paralizado, tal como deseaban, el PSOE les cortó las alas. El miércoles de la semana pasada, un tercio de los consejeros presentes en la Asamblea General de Caja San Fernando rechazó el proyecto de fusión planteado por Benjumea. A pesar de que la Asamblea General de El Monte se mostró a favor de éste, la decisión de la de San Fernando abortó la fusión. Así pues, las dos cajas se verán obligadas a comenzar el proceso electoral para renovar sus órganos de gobierno. La actuación del PSOE en este asunto ha sido duramente criticada por el Partido Popular (PP), que le acusa de totalitarismo.