La coalición sigue su política de detenciones contra las figuras insignes de Iraq
Por Salvador Martínez Más2 min
Internacional20-04-2003
Comienza la guerra: los destacados del régimen son objeto de bombardeos. Finaliza la guerra: dignatarios escaparon a estos ataques, como Sadam Husein y sus hijos. Tras la capitulación son objeto de detenciones.
La última detención de la semana pasada fue el ministro de Finanzas del gobierno de Sadam Husein, Hikmat Ibrahim al-Azzawi. Ocupa el número 45 de las 55 personas que el mando central norteamericano puso a disposición de sus soldados en fotografías dentro de una baraja de póquer. El pasado jueves fue detenido el dirigente iraquí al que se le había asignado el cinco de tréboles o, como lo considera la CIA, el número 52 de la lista, Barsán Al Tkrit. Para Vincent Brooks, el general portavoz del mando central de las tropas estadounidenses en Qatar, esta "captura demuestra la determinación de la coalición de perseguir a los miembros dispersos de un régimen fracturado". Aún no perteneciendo al régimen desarbolado de Iraq, las tropas de la coalición también apresaron a Abu Abbas, el diseñador del plan de secuestro del crucero Achille Lauro. Una operación del Frente de Liberación Palestina (FLP) que tuvo lugar en 1985 y que durante tres días mantuvo a 450 personas a merced de un comando de guerrilleros palestinos, el saldo en vidas: un ciudadano estadounidense muerto. Sin embargo, Abbas está amnistiado por los acuerdos de Oslo de 1995, incluso Israel -el Estado que mató al miembro de la OLP y conocido de Abbas, Abu Yihad en 1988- le concedió la inmunidad en 1999. Abbas llevaba 18 años sin cometer ninguna acción violenta, en abril de 1996 declaraba: "el tiempo de la lucha armada ha terminado". De todos modos, su detención supone meterlo en el mismo saco donde, el domingo 10 de abril, cayera el primero de los hermanos de Sadam, Watban Ibrahim al Hasán al Tikriti. También supone, según EE.UU., la clarificación de toda incógnita sobre las relaciones del terrorismo con Iraq. Aunque no hace pensar que hubiera relaciones iraquíes con Al Qaeda, como se dijo antes de empezar esta guerra del golfo. En este mismo contexto, también se dijo que había armas de destrucción masiva en territorio iraquí. El jefe de las inspecciones de la ONU, Hans Blix, declaró la semana pasada que los inspectores deberían volver a Iraq para así certificar los descubrimientos estadounidenses de armas no convencionales pertenecientes al Ejército iraquí. No parece que esto vaya a ocurrir de momento, porque esa labor va a quedar en el futuro inmediato dentro del ámbito castrense de EE.UU.