EL REDCUADRO
Apunten la cámara a otro lado
Por Antonio Burgos2 min
Opinión09-03-2003
Aunque sean de esta casa no creo que los chicos de la cámara oculta se enfaden por lo que les voy a decir: la verdad es que están ustedes un poco pesaditos. Sólo la enchufan para descubrir montajes de las viejas glorias haciéndose viejas ricas a base de exclusivas de noviazgos y bodas de cartón piedra con importación masiva de maromos cubanos. Ya que tienen ustedes ese maravilloso aparato, mejor que apunten para otro lado, que hace más falta. Sin que me tengan que abonar derechos de autor, pues me conformo con el pavo que me manden por Navidad como detalle de la casa, ahí van gratis total unas cuantas ideas. Sería maravilloso que le metieran ustedes la cámara oculta a Pascual Maragall, y nos lo sacaran cuando está pactando con sus amiguetes nacionalistas cómplices lo que tiene que decir sobre las torturas. Esa misma cámara oculta en una entrevista de Maragall con Arzalluz sí que rompería el "share". Y nada digo de Llamazares. El día que le metan ustedes la cámara oculta nos enteraremos de a qué está jugando Izquierda Unida en vascongada materia. Una cámara oculta para ver qué hace Zapatero el día que no tiene pancarta que agarrar como quien se sube a un tranvía en marcha, y una cámara oculta en la urna del Congreso de los Diputados, a ver si de una vez nos enteramos de quién fue el disputado voto, a lo Delibes, del Señor Cayo que se hizo con la ficha un lío de la obediencia debida y se vio la copla: "Que tuvo que darme el no/cuando quiso darme el sí." Y ya que está allí la cámara oculta en la Cámara de la soberanía popular, un poquito de moviola, a ver cómo votan con las manos en el Congreso los mismos que votaban con los pies en el Senado. ¿A Aznar, dice usted? Bueno, si le acercaran la cámara oculta a Aznar es que sería ya de cine. ¿Qué contesta Aznar a los presuntos sucesores cuando le dicen, si es que se atreven, que con tanta guerra les está dejando el camino hacia la Moncloa sembrado de minas antipersonales, minas anti-Rajoy, minas anti-Rato, minas anti-Oreja? El que venga atrás, que arree... Ahora, que nada como lo dicho arriba: si hubieran metido la cámara oculta en la urna del Congreso cuando González se acercó a votar. Habríamos sabido que fue precisamente él quien rompió la disciplina de voto nada más que para seguir dando por saco. Y en cuanto a vieja gloria y a vieja rica, y a montajes, pues ya me contarán: éste deja en pañales a Sarita Montiel y a Marujita Díaz juntas.
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor