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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Comenzó en la Gala de los Goya

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España03-03-2003

Si el Gobierno del PP se enfrentaba a la oposición rotunda de la mayoría de los ciudadanos y de los partidos de la oposición, ahora podrían abrirse grietas en el barco Popular. La unidad interna del PP, obra de la mente y dirección de José María Aznar, estaría esperando la oportunidad para colarse por las aberturas que resquebrajan el casco del Partido. Al menos, hay quienes eso desean. La votación del martes en el Congreso, votación secreta, que dará la oportunidad a cada diputado de mostrar su apoyo, bien a la propuesta pacifista de la oposición, bien a los planes pro estadounidenses del Gobierno va a ser una prueba de fuego para el partido mayoritario. Todo, desde ya hace meses, debe leerse en clave electoral. El último Barómetro del CIS anuncia la que se avecina: un descenso en la intención de voto al PP que se corresponde con un incremento en las expectativas y confianza hacia el Partido Socialista. Cada día que termina es un cúmulo de obstáculos y dificultades, donde hay que compaginar la gestión en muchos frentes abiertos: además de Irak, la preparación y puesta a punto de las listas electorales municipales y autonómicas. Jaume Matas abandona, así, el Ministerio de Medio Ambiente, sustituido por Elvira Rodríguez, para volver a su plaza balear con la misión de recuperar la Autonomía para los populares. Pero a José María Aznar no le preocupan los votos. O quizás sí, pero no son ahora mismo, según manifiesta, su prioridad. El Barómetro del CIS, que además de medir la intención de voto de los españoles toma también el pulso de sus preocupaciones, suele ser un claro cómplice de la volubilidad de la opinión pública y del poder mediático. Este último Barómetro fue elaborado entre los días 21 y 26 de enero. Aún no se había asistido a la Gala de los Goya, pero el Prestige sí yacía en el fondo de los mares escupiendo fuel cada día más solidificado. Aún no se había producido el último atentado de ETA en Andoain, que acabó con la vida de Joseba Pagazaurtundua, ni se conocían las cartas de socorro y de impotencia que el asesinado había escrito desnudando la imperturbabilidad del Gobierno vasco ante su situación de desamparo y terror. Lejos los disparos, lejos los gritos de “No a la Guerra”, el tema que más preocupaba a los españoles era el paro. Y después no venían ni el terrorismo ni la guerra, sino la inseguridad ciudadana. Y en tercer lugar, lo que más les preocupaba a los españoles a finales de enero eran las dificultades económicas. Sólo en cuarto lugar estaba el terrorismo (18,8 por ciento de los encuestados lo consideraba el problema más grave). La guerra, aunque estaba en los periódicos, aunque se hablaba de ella en la Televisión, no le movía la sangre sino a un 0,4 por ciento de los españoles. Lo que ha pasado desde entonces es uno de los episodios de movilización social más importante de la historia de la democracia en España. Y todo comenzó en una Gala de los Goya. Quien diría que, probablemente, sin Bardem esto no hubiera sido posible.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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