ANÁLISIS DE LA SEMANA
Si Castilla pierde, España no gana
Por Amalia Casado2 min
España27-01-2003
Es una semana muy rica en temas para analizar: las declaraciones de Jiménez de Parga, el encuentro entre Zapatero y el futuro sucesor de Pujol, Artur Mas, o la celebración del Consejo de Ministros en La Coruña son tres noticias vinculadas al gran problema de España, que es su organización territorial y su identidad unitaria. España: una y diversa. Si ganara el Partido Socialista unas elecciones generales, sería una verdadera incógnita la respuesta que el partido de Zapatero ofrecería a los españoles. Y es un tema lo suficientemente importante, porque afecta a la identidad de cada uno de los nacionales españoles. El PP apuesta por la unidad territorial. Y, en coherencia con ese punto de su programa electoral, no dialoga –por supuesto- ni se deja tentar por posibles independencias o independencias camufladas –como el Estado Libre Asociado que pretenden los nacionalistas vascos y Ezquerra republicana para País Vasco y Cataluña respectivamente-. Sin embargo, el Partido Socialista no tiene respuesta a esa pregunta sobre qué ofrece a los españoles que sea España. José Luis Rodríguez Zapatero se reunió por primera vez con Artur Mas esta semana pasada. A Zapatero y Mas les une el hecho de que ninguno de ambos tiene aún la experiencia consagratoria de someterse al voto popular al que están destinados: el español y el catalán –que también es español, de momento- respectivamente. Pero saben que, quizás, si ambos tienen suerte y ganan sus respectivos comicios, tendrán un día que negociar. ¿Vendería Zapatero un trozo de España a los catalanes? Galicia, que es otra región de esas “vindicantes” –aunque menos- de una identidad o idiosincrasia particular que supuestamente no comparten el resto de los españoles. Y el Prestige, por muy duro que haya sido, no va a venir tan mal para el desarrollo general de la región. Hasta los empresarios gallegos están encantados con lo que el Plan de reactivación para Galicia va a significar en la economía gallega. Y en este río revuelto, hay algunas regiones que nunca parecen sacar tajada. Quizás es que no piensan en eso. Y una de esas regiones es Castilla, la fiel. La que no protesta, la que no tiene costa, la fría y la seca, la tierra a la que nadie va de vacaciones y de la que todos huyen dejando campos y ciudades solitos y vacíos. Pues una cosa está clara: si Castilla pierde, España no gana.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo