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La Comunidad Internacional se prepara para un posible ataque a Irak

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional26-01-2003

El anuncio de Francia y Alemania de oponerse firmemente a los planes de Bush ante un ataque inminente a Irak y el acuerdo entre los inspectores de la ONU y el régimen de Sadam para fomentar la cooperación no han tardado en provocar las primeras reacciones. Mientras que desde EE.UU. se asegura que hasta 12 países participarían en una acción bélica, los seis países musulmanes reunidos en Estambul aconsejan a Irak que preste mayor colaboración a los inspectores.

La decisión del eje franco-alemán, que cumple ahora 40 años, propició una discusión dialéctica en la que los principales actores de la Sociedad Internacional plantearon su postura ante un eventual ataque contra el régimen iraquí. Si desde España, Australia, Reino Unido e Italia llegaban las primeras voces de apoyo a Bush, Francia y Alemania se ponían a la cabeza de países como China, Rusia o Canadá que abogan por dar una nueva oportunidad a Sadam. La polémica surgía con unas declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, en las que identificaba al eje franco-alemán con "la vieja Europa". En la misma línea, Colin Powell planteaba la posibilidad de que Francia esté dispuesta "a que este proceso continúe. Pero no queda claro cuánto quieren que este proceso continúe y si son serios a la hora de imponer en algún momento una conclusión". Romano Prodi no ha tardaba en defenderse entonces al responder que "no es la vejez la que hace que los europeos se opongan a la guerra, sino su prudencia. Los europeos no son viejos, sino sabios". Desde ese momento, China, Rusia y Canadá apoyaban en efecto la tesis de ampliar la misión de los inspectores de Naciones Unidas en Irak, tal y como habían sugerido desde el cuerpo que dirige Blix. Además y a menos de una semana de que se presentase el informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el resultado de las primeras investigaciones en Irak, inspectores e iraquíes, encabezados por el jefe de los primeros, Hans Blix, y el responsable de los segundos, Mohamed El Baradei, llegaban a un acuerdo "constructivo y útil" en orden a alcanzar una mayor cooperación de los iraquíes. Los ministros de los seis países musulmanes reunidos en la Cumbre de Estambul hacían entonces una petición muy particular: "llamamos solemnemente a la dirección iraquí a hacerse cargo de forma irreversible y sincera de sus responsabilidades, con el objetivo de restablecer la paz y la estabilidad de la región". A la espera de lo que pueda decir Bush en su discurso sobre el estado de la Unión esta semana, Siria, Jordania, Arabia Saudí, Irán y Turquía ya han anunciado su rechazo a facilitar el exilio de Sadam Husein, una de las propuestas que había sobre la mesa para tratar de evitar la guerra.

Fotografía de Vicente García Gandía