PIB ESPAÑOL
El FMI rebaja al dos por ciento el crecimiento de España para el 2002
Por Javier Sánchez
2 min
Economía08-12-2002
El Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió a la baja sus estimaciones sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto en el año 2002. Frente a las previsiones macroeconómicas del Gobierno, que afirman que el crecimiento español pondera en el 2,2 por ciento, el informe del FMI lo tasa en el dos por ciento.
En cualquier caso, el informe dice que la previsión se sitúa “claramente por encima de la media de la zona del euro”, y al mismo tiempo advierte de que “también hay riesgos a la baja», ya que “la confianza podría sufrir un choque más profundo y duradero proveniente de la situación de la economía global”. La revisión a la baja es consecuencia directa de la nueva situación económica internacional surgida a raíz de los atentados del 11 de septiembre, que condujo a EE.UU. a una desaceleración de la actividad económica más severa de lo que se preveía inicialmente. Los datos coyunturales disponibles para la economía española justifican el deterioro de las predicciones. La demanda interna presenta un panorama bastante debilitado, la construcción y el consumo de bienes no duraderos mantienen crecimientos sostenidos, pero tanto la inversión en equipo como el consumo de productos duraderos, que según la contabilidad del segundo trimestre se habían desacelerado, parecen seguir esta evolución durante la segunda mitad del año. Las expectativas de los consumidores se han visto negativamente afectadas tanto por la crisis bursátil como por el aumento de los precios y las expectativas empresariales, aunque parecen indicar unos mejores resultados durante los próximos meses. Aún a pesar de la rebaja de previsiones para España, en el 2003 pueden resultar optimistas. Esto es debido a que el FMI refleja un escenario global de crecimiento superior al registrado en el año 2001, aunque la recuperación que se preveía durante el 2002 no se ha manifestado ni presenta indicios de producirse en los próximos meses en ninguna de las mayores economías avanzadas. Habrá que esperar al próximo ejercicio para comenzar a vislumbrar una recuperación sostenida que permita alcanzar niveles de crecimiento cercanos a los registrados a finales de la década de los noventa.