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Irak entrega a la ONU el informe sobre sus arsenales

Por Txema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional07-12-2002

El Gobierno de Sadam Husein entregó el pasado viernes el informe exigido por la ONU con el contenido de todos sus arsenales, además del uso civil que hace de la energía nuclear y los cultivos químicos y biológicos.

El documento, comprimido en soporte informático, fue entregado en la sede de Naciones Unidas en Bagdad a los agentes de la Comisión de Control y Verificación de la ONU (Cocovinu) y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). En varias carpetas de colores y 12 discos compactos con una información que ocupa 11.807 páginas, el Ejecutivo de Bagdad asegura que no posee armas de destrucción masiva. El director de la organización iraquí de cooperación con los inspectores de la ONU, el general Hossan Mohamad Amin, entregó a los inspectores tres copias del informe. Uno irá a la sede de la AIEA en Viena, otro al cuartel general de la Cocovinu en Nueva York, y el tercero al Consejo de Seguridad de la ONU. La declaración debería contener datos específicos sobre cohetes Scud de fabricación soviética e iraquí, ojivas cargadas de bacilos de aflatoxia, sobre 6.000 bombas químicas y 30.000 litros de agentes bacteriológicos. En caso de que en el informe hubiese una declaración falsa o una omisión premeditada podría interpretarse como “patente violación” de la última resolución del Consejo de Seguridad y el ataque estadounidense estaría más cerca de producirse. Al cierre de esta edición el avión de la ONU que transportaba el extenso documento sobre los programas de armamento de Irak ya había partido desde Bagdad, informaron fuentes del aeropuerto de la capital iraquí. Mohamad Amin aseguró que el informe entregado demuestra que “Irak no dispone de armas de destrucción masiva”. En este sentido señaló: “Da respuesta a todas las preguntas que se nos han hecho con relación a nuestras actividades y equipamientos”. También se incluyen informaciones sobre los programas civiles aplicables militarmente y sobre las empresas y estados que han ayudado a su desarrollo. “Si Estados Unidos tiene un mínimo de honestidad y coraje, debe aceptar este informe”, concluyó Amin. El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo que su Gobierno se reserva, de momento, la opinión sobre el documento, y que necesitará cierto tiempo para examinarlo, debido a su extensión. "Vamos a juzgar la honestidad y la exactitud de la declaración, después de haberla examinado cuidadosamente", afirmó Bush. "Debemos impedir, e impediremos, que los grupos terroristas y los regímenes fuera de la ley amenacen el pueblo americano con daños catastróficos", añadió el mandatario de EE.UU. quien aseguró que "Sadam Husein debe eliminar completamente todas sus armas de destrucción masiva y, si no lo hacen, Estados Unidos llevará a cabo una coalición para el desarme". Finalmente, quiso dejar claro que la guerra es "la última opción" para Estados Unidos. A pesar de ello, Washington afirma disponer de información sobre la existencia de programas iraquíes de producción de armas de destrucción masiva, aunque responsables de la Administración Bush se niegan a hacerla pública por no traicionar a sus fuentes. "Está claro que aunque existan pruebas, se trata de fuentes informativas exclusivas que sin duda alguna se perderían si el adversario conoce de qué informaciones se trata. Por ello no podemos ser más específicos", añadieron.

Fotografía de Txema García