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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Se ha ¬escapao¬

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España18-11-2002

Josu Ternera se ha escapado. Si los procesos judiciales podrían haber sido llevado de otra manera, atendiendo a la posibilidad muy probable de que esta huida se produjera, es uno de los debates sobre el meollo del asunto. Con mirada retrospectiva, también puede aprovecharse la oportunidad para evaluar los mecanismos que hicieron posible, no ya que Josu Ternera fuera miembro del parlamento Vasco, sino que, además, formara parte de la Comisión de derechos Humanos de dicho Parlamento. Las actuaciones difíciles de comprender por parte de esta institución, bajo el poder de un nacionalismo que utiliza el ordenamiento jurídico como más le conviene, pueden acabar en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Sólo hace falta que así lo decida el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, una vez que la Fiscalía de la Audiencia Nacional le proponga alternativas. Una vez más, ha sido el propio juez Garzón el que ha tomado la iniciativa. Ante la negativa de parte del parlamento vasco a suspender el grupo parlamentario Batasuna de su actividad política en el Parlamento, el juez Garzón ha propuesto a Cardenal actuar contra aquellos parlamentarios vascos que votaron en contra de la aplicación de las disposiciones judiciales establecidas en el auto. España es un problema. Los nacionalismos son un problema y generan un problema: el de que se destruya la posible unidad del Estado. El Partido Popular es la única alternativa política que, hoy por hoy, puede ofrecer una garantía para la unidad de España: porque la tiene y porque en torno a ella hay unidad de opiniones dentro del propio partido. Ambas cosas deberían ser requisitos fundamentales para considerar a una fuerza política capacitada para gobernar: tener una propuesta sobre organización territorial para España –la que sea, pero razonable y coherente- y unidad interna para darle fuerza y credibilidad. No la tiene el PSOE, y sí el PP. Y quiere seguir teniéndola y alimentándola desde la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que será la continuadora del legado de Aznar para el PP, y que presidirá él mismo a partir de 2004. Eso tiene el PP que no tiene el PSOE. Pero ni uno ni otro tienen la fuerza, coraje y la incorrección política -al menos, de momento- para hacer frente a la realidad problemática de la inmigración. Crece, y sigue desatando pasiones xenófobas y anti extranjeras. Los defensores de una Ley de Extranjería dura aducirán que la responsabilidad es de quienes veían en una ley de extranjería dura una falta de solidaridad y compasión hacia los necesitados. Los defensores de una política de puertas abiertas a la inmigración –a toda la inmigración- opinarán que lo que falta son políticas de integración. Lo cierto es que en España el aumento de cierta delincuencia ha sido parejo a la llegada de cierta inmigración. Decir eso debe ser pecado para algunos, pero hay que estar falto de sentido común para no reconocer semejante realidad.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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