La Comisión Europea expedienta a Alemania por su elevada deuda
Por Ana Romero Vicente2 min
Economía13-11-2002
Ya se lo advirtieron a principios de año. Al hilo del cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, Alemania era puesta sobre aviso por la Comisión Europea: su déficit presupuestario era demasiado elevado y debía procurar conseguir un mayor equilibrio en su economía. Esto tan sólo fue un leve toque para que no se descuidara; ahora tendrá que aceptar un expediente oficial del que podrían desprenderse futuras, y ya menos improbables, sanciones económicas.
La crisis mundial por la que todos los países están viéndose resentidos, no es sino una de las principales razones por las que, la siempre reconocida como gran potencia europea, Alemania, se está viendo actualmente inmersa. La economía del país se encuentra en un oscuro corredor en el que no atisba señal que le guíe a una salida que solucione sus problemas: fuerte inflación, altas tasas de paro y demasiados gastos que van en detrimento de la inversión, cada vez menor en el país. Y esta es una de sus principales preocupaciones. Arrastra Alemania un fuerte déficit público desde meses antes de que el euro entrara en vigor. Éste país debería de acabar lo más pronto posible con esa deuda para no quedarse rezagado y poder contribuir en una próspera consolidación de la economía europea. Por esta razón, y por intentar solventar este desequilibrio antes de que se agudice más, Bruselas ha decidido no callar por más tiempo y tomar cartas en el asunto. Los más que previsibles resultados que han derivado de los últimos análisis oficiales sobre la economía del país germano, no han sido más que un trampolín para empezar a ejercer presión desde la CE. La deuda de la Hacienda alemana prevé ser del 3,8 por ciento para el 2002, cifra que rebasa con creces el límite establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (en el que no hay reforma de momento). La CE también ha predicho que para el 2003 el déficit se reducirá en aquel país hasta en siete décimas, lo que significa que, aun pese a las mejorías, seguirá siendo un lastre para la eurozona. Por ello, y con visión de futuro, la Comisión ha decidido abrir un procedimiento contra Alemania para que no se duerma y siga luchando por mejorar su economía. Así, queda de manifiesto que Alemania no tiene ninguna clase de inmunidad frente al PEC, como muchas veces se le ha tildado. Francia tampoco ha escapado de la "gran hermana" europea. Su también aumento del déficit para el 2002 y su presumible incremento hasta el peligroso 2,9 por ciento para el 2003, han puesto todos los dispositivos de la CE en alerta. Todavía están a tiempo de que no se les escape de las manos y han decidido amonestar a Francia con la emisión de su primera alerta temprana/rápida.