Los mercados no se benefician de la reducción de los tipos de interés
Por Ana Romero Vicente 2 min
Economía08-11-2002
En Wall Street no se reaccionó de la forma esperada ante la reducción de los tipos de interés. Aunque comenzó la semana con tendencia alcista, la concluyó sin percibir beneficios, al igual que los mercados europeos. El Banco Central decidió no variar el precio del dinero en Europa y esto provocó mucha desilusión entre inversores, que llevaron a cerrar sus índices con nuevas pérdidas.
Con mucha ilusión y confianza aparentemente recuperada, abrieron sus puertas las Bolsas mundiales a comienzos de semana. Los mercados europeos tuvieron cierres con revalorizaciones que ya nadie esperaba, como fue el caso español. El Ibex 35 subió un 3,69 por ciento y se situó en los ya casi olvidados 6.366,20 puntos. Y todo gracias al impulso que recibió de unos valores que llevan muchos meses siendo fuertemente castigados: Telefónica, que obtuvo una ganancia del 4,9 por ciento, y los dos grandes bancos SCH y BBVA, con beneficios del 6,4 por ciento y del 5,9 por ciento respectivamente. Y fue en Nueva York donde la atención se centró con más miramiento el primer día de la semana. La posibilidad de que la Reserva Federal redujera los tipos de interés era una idea que por si sola alimentaba a los mercados. Con sólo imaginar las ventajas que ocasionaría tal disminución del valor del dinero, el Dow Jones pudo mantenerse en la línea de beneficios aquel día. Tan solo un día después, el presidente de la FED, Alan Greenspan, anunciaba los ansiados recortes sobre los tipos de interés. Sin embargo, la generosidad de tal reducción, medio punto, tuvo un efecto totalmente contrario al que se auguraba. Los inversores norteamericanos, en vez de aprovechar la ganga que suponen estos bajos tipos de interés, prefirieron no apostar fuerte hasta intentar averiguar el por qué de tan drástica reducción: sospechan que ésta se ha realizado porque sea la economía norteamericana empeora cada vez más. Los días siguientes no fueron mucho mejores. En Europa, las Bolsas se empezaron a aferrar en una política de ventas, y uno detrás de otro, los mercados del Viejo Continente fueron cerrando con pérdidas. Pérdidas que fueron de mal en peor. Las declaraciones de Wim Duisenberg, presidente del Banco Central Europeo, no lograron hacer de freno sino más bien todo lo contrario. Su negativa ante la propuesta de variar los tipos de interés en Europa, derrumbó las expectativas de más de uno. De esta forma, las Bolsas, que comenzaron la semana con muy buen pie, no pudieron encontrar un final feliz para sus últimas jornadas. En España, el Ibex 35 cayó más de un tres por ciento, y aquellos dos grandes bancos que en un principio habían logrado beneficios, volvieron a su rutina habitual: SCH se dejó un 5,7 por ciento y BBVA perdió un 6,7 por ciento. El resto de Europa también vieron como sus Bolsas se hundían. Es el caso de París o Francfort, e incluso la de Londres, ya que el Banco de Inglaterra también se negó a disminuir sus tipos de interés.