Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

El Redcuadro

25 años sin Don Juan

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión01-04-2018

Se ha quedado para la Historia la frase, ya hasta tópica, de que fue "hijo de Rey y padre de Rey". Aunque sí fue Rey, en la esperanza democrática de Estoril, en plena dictadura, para algunos de nosotros. Los que en la Universidad llevábamos una insignia de solapa con la J de su inicial en oro y, sobre ella, tres barras de números romanos esmaltadas en rojo, como los democristianos de Giménez Fernández lucían, ya entonces, la azul bandera de la Europa con la que nos queríamos igualar. Le faltó, como le faltaron tantas cosas, un Agustín de Foxá que, como a su augusto padre, le escribiera un "Romance del Rey muerto": "En el cuarto de un hotel/está muerto el Rey de España." Y mira que Navarra hubiera rimado bien con España...

Hablo del Conde de Barcelona, de don Juan de Borbón y Battemberg, de cuya muerte en Navarra se cumplen hoy 25 años. No sé si alguien se acordará de la fecha. Quizá algún nostálgico de los que repartían el "Boletín del Consejo Privado del Conde de Barcelona" con las noticias de nuestras esperanzas. Yo me acordé de Don Juan no en este redondo cabo de año, sino cuando Don Felipe VI le impuso a la Princesa de Asturias, solemnemente, en el Palacio Real, la insignia de la Orden del Toisón de Oro. Allí, por vez primera en muchos años, quedó más que patente y subrayada una idea consustancial con la Institución Monárquica: la seguridad de estabilidad y continuidad que da su sentido dinástico. Por vez primera en algunos (tristes) años, era resaltada la figura histórica de Don Juan Carlos I como restaurador de las libertades democráticas con la Monarquía Parlamentaria en la Constitución de 1978. De quien desde el primer momento se presentó, en la concordia nacional que ahora muchos se empeñan en romper, como "Rey de todos los españoles". Yo fui más atrás en el agradecido recuerdo, como integrante de una generación que recobró las libertades gracias a la Corona y a su sensibilidad por conectar con los deseos de la mayoría. Escuchando las palabras de Don Felipe VI fui dos, tres, cuatro generaciones atrás en la Institución que según Vázquez de Mella cuenta con "el sufragio universal de los siglos". Y ojalá igual que en aquel solemne acto de Palacio quedó reconocida ante la Historia la figura y la obra del abuelo de la Princesa de Asturias, el cabo de año de hoy sirva para rescatar el olvido y hacer justicia a su egregio bisabuelo, aquel que el 14 de mayo de 1977, al renunciar a sus derechos dinámicos, pronunció ante su hijo unas palabras que deberían estar grabadas en el corazón de todo ciudadano que tenga "la gloria infinita de ser español": "Majestad, por España, todo por España".

Así fue la vida del Conde de Barcelona: todo por España. Por hacer real el deseo de su augusto padre Don Alfonso XIII en el muy patriótico manifiesto "Al país" que escribe en ABC tras las elecciones del l4 de abril de 1931, en el que reitera su deseo de ser "Rey de todos los españoles". Suelen muchos creer que esa convicción y práctica es afortunada frase de Don Juan Carlos. No. La dejó escrita Don Alfonso XIII en el mentado manifiesto de ABC. Y fue a la que Don Juan de Borbón entregó toda su vida de renuncias, amarguras, destierro, ingratitudes, calumnias y sinsabores. En su manifiesto de Lausana (1945) así se presenta ante los españoles. Lo que, andando los años habría de decir: "Por España, todo por España". Nadie lo piensa, pero tras la entrevista con Franco en el "Azor" en 1948 es como si un padre de familia, para salvar a su casa de la ruina, envía lejos a su primogénito para que se eduque con su peor enemigo". Gracias a la grandeza de aquel gesto de padre pudo un día de 1975, una fecha de concordia y reconciliación, hacerse realidad el deseo del bisabuelo de la Princesa de Asturias. Tuvimos en "Rey de todos los españoles". Y todo porque a ello, "Por España, todo por España", entregó Don Juan su vida, extinguida en Navarra hace hoy 25 años.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor