ANÁLISIS DE ESPAÑA
Todas las mentiras de Puigdemont
Por Alejandro Requeijo3 min
España25-09-2017
Una exhaustiva documentación previa, preguntas certeras, repreguntas pertinentes… todos los requisitos exigibles a una buena entrevista son los que desplegó Jordi Évole para evidenciar que el proceso independentista va desnudo. A una semana de la fecha marcada para la celebración del referéndum, el periodismo se volvió a reivindicar como una herramienta fundamental a la hora de desmontar mitos y aflorar las contradicciones de quienes llevan años deformando la verdad en Cataluña. Con un lenguaje audiovisual sencillo, el programa logró poner frente al espejo todas las mentiras del independentismo catalán a través de una hora de interrogatorio a Puigdemont. Fue un vapuleo desde el croissant hasta el momentazo del Kurdistán en el que el presidente de la Generalitat tuvo que reconocer que una cosa es lo que dice y otra lo que hace. Si votó en contra del derecho de autodeterminación de los kurdos o los saharauis, qué no hará el día que los ciudadanos de Hospitalet quieran ejercer su derecho a decidir para independizarse de la hipotética república independiente catalana. Y así todo.
Fue una hora de preguntas y mentiras en la que Puigdemont negó incluso estar desobedeciendo las leyes. Alegó, cínicamente, que España hace ya muchos años que reconoció el derecho de autodeterminación de los pueblos. Obvia, a sabiendas, que se trata de un derecho limitado a los países colonizados, algo que nunca ha sucedido en Cataluña. Bebía agua Puigdemont para pasar el trago. Calificó de boicot la labor parlamentaria que hacen los partidos no nacionalistas en Cataluña en contra del referéndum, pero negó estar contribuyendo a la división entre catalanes. No supo bien qué decir cuando el periodista le mostró las declaraciones de su vicepresidente y la presidenta del Parlament separando entre catalanes buenos y malos en función de su adhesión a la causa independentista. Tampoco salió bien del paso cuando Évole le recordó que para elegir un consejero de TV3 son necesarios los votos de 90 diputados del Parlament y que su ley de ruptura salió adelante con 71 sin el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries y con apenas dos horas para presentar enmiendas. O cuando le recordó que tras presentarse a las últimas elecciones autonómicas junto a ERC en clave plebiscitaria sobre la independencia, perdieron. Pidió tener en cuenta los votos de Si que es Pot, los mismos a los que Artur Mas comparó con Aznar por no querer sumarse a la independencia. Otro ejemplo de la polarización a la que el nacionalismo ha obligado a sus ciudadanos.
Tampoco quiso fijar el nivel de participación que consideraría aceptable en su referéndum para decretar la independencia. Llama la atención que, después de una hora culpando al Gobierno por no plegarse al diálogo, dijese que el mayor error de CiU fue pensar que los pactos con los Gobiernos de España acabarían en entendimiento. Con todo, dio un titular significativo cuando reconoció que si un juez ordena a los Mossos d'Esquadra retirar las urnas, tendrán que cumplirlo (la entrevista fue grabada el viernes, horas antes de que la Fiscalía ordenase a la policía catalana supeditarse a Interior). A Évole le faltó preguntarle por el futuro del Barça en la Liga en lugar de pedirle al presidente un vaticinio sobre el derbi con el Girona. Y le sobró la mención al estilo "que viene el lobo" para referirse a la Guardia Civil al inicio de la entradilla. Dado el efecto que generará esta entrevista, no sería de extrañar que la turba indepe proceda al linchamiento del periodista cuando se cansen de Serrat. Y dada la diligencia que han demostrado los Mossos, no estaría de más reconocer la labor del Instituto Armado en otro sentido.
Seguir a @Alex_Requeijo
Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio