ANÁLISIS DE CULTURA
¿Quién se lucra con los bulos?
Por Marta G. Bruno3 min
Cultura29-03-2017
Un mensaje señaló las coordenadas del atentado de Londres un día antes en el foro 4chan. No sabemos si es cierto. Si fue posible cambiar la fecha para simular que fue publicado con anterioridad. Se publicó una imagen con unas pistolas. El atacante llevaba un cuchillo. Compañeros de redacción recibieron el mismo día del atentado mensajes escritos supuestamente por la Policía en los que alertaba a los ciudadanos. ¿De verdad iba a ser tan poco astuta para generar ese pánico colectivo? Pues aún hay quien da veracidad a estos mensajes ¿Hemos llevado la paranoia lógica del terrorismo al extremo? ¿quién se lucra de esto?
Sugería Daniel Defoe en El diario del año de la peste que “el rumor se desvaneció y la gente empezó a olvidarlo, como se olvida una cosa que nos incumbe muy poco, y cuya falsedad esperamos”. Y así ocurre con todos los rumores que no leemos (con excepciones) en los periódicos serios de nuestro país, sino en blogs y redes sociales, que por suerte o por desgracia son consultados con mayor frecuencia que los primeros.
Y es entonces cuando redes como Facebook publican una noticia que como la pólvora se extiende a través de todos los muros de nuestros amigos. Suele tratarse de noticias sobre dietas milagro, recomendaciones un poco absurdas y demás, pero como aquellas cadenas de antaño, acabamos picando en alguna. Damos click…y bingo, ya les hemos dado dinero. Y eso es lo de menos, lo peligroso es que nos lo creamos.
Camufladas por el humor, otras por la conspiración, pero que pueden llegar a influir en la agenda política de un paísRecordaréis que Rivera quería “recuperar la mili para ninis”, que el PP “no quiere obreros en la Universidad” y otras barbaridades del estilo. En Facebook tuvieron tanto éxito que no son pocos los que se las creyeron. El ser humano es ingenuo y aún se fía del que no debe hacerlo. La noticia de Albert Rivera generó 269.000 interacciones. Y luego están las cuentas falsas de Podemos en Twitter y demás bulos. Camufladas por el humor, otras por la conspiración, pero que pueden llegar a influir en la agenda política de un país.
Francia ya se está curando con previsión de las noticias que puedan volar por las redes sociales en plena campaña electoral y que puedan alzar o destrozar a un candidato. Varias webs así lo hicieron con Trump en Estados Unidos. Campaña gratis y 10.000 euros en publicidad, todo un lujo. Los llamados “trolls” en España que viralizan Twitter para apoyar un partido. Qué fácil es hacer política cuando la red te da la mano.
¿Conseguirán controlar el pensamiento global? Y entonces los periodistas nos levantamos y en Francia ya se han unido para crear una plataforma que persiga este tipo de noticias. Y Facebook y Google también lo han hecho, porque nuestros muros son tan peligrosos como el mayor de los farsantes, ese amigo tuyo que ha entendido mal una noticia, por decirlo de una manera inocente, y desata un bulo que como el teléfono escacharrado, acaba convertido en un disparate.
Con Trump lograron campaña gratis y 10.000 euros en publicidadPor desgracia, el objetivo último de estas páginas web no es imitar a George Orwell, sino posicionarse en Internet y ganar dinero a costa de nosotros y de los periodistas que por mucho menos se dejan la piel para contarle a la gente lo que ocurre en el mundo.
El mensaje final es, menos mal, positivo, porque tan pronto el mensaje se lanza con maldad, tan pronto se diluye en el mar. Como bien dijo Don Miguel de Cervantes: "La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua".
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Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press