SIN CONCESIONES
La joya de Palacio
Por Pablo A. Iglesias2 min
Opinión20-10-2002
Corría el mes de julio. Ella se fue a dormir la noche de un lunes con la inocencia que la caracteriza. No sabía, ni podía imaginar, que al día siguiente sería ministra. Otros tampoco conocían que dejarían de serlo, que es peor. Cuentan las malas lenguas que Aznar, antes que a ella, ofreció el puesto a Miquel Roca y a José Carlos Mauricio. Cualquiera de los dos lo estarían haciendo mejor que la ministra de rizos negros y mirada perdida. Aún siendo nacionalistas y de partidos diferentes al del Gobierno, ambos habrían superado la talla política y personal de una ministra de Asuntos Exteriores sin criterio propio y sin tacto diplomático. Ana Palacio llegó al Ministerio con un excelente currículum a los diez días de concluir la Presidencia española al frente de la UE. Eurodiputada, políglota, embajadora del Gobierno ante la convención europea y hermana de la mujer con más proyección política dentro del Partido Popular. Ésta era la envidiable referencia de una ministra llamada a solucionar las relaciones con Marruecos, lograr la soberanía española de Gibraltar, apaciguar la violencia de Oriente Próximo y estrechar relaciones con Iberoamérica. Nada de esto ha logrado hasta el momento. En cambio, ha afianzado el seguidismo estadounidense del Gobierno y ha osado llamar mentiroso y miedica al embajador español en Irak. Palacio se ha convertido en la joya mediática del Gobierno de Aznar. Oíganla con cautela y comprobarán que es incapaz de hablar en profundidad sobre actualidad, que equivoca una de cada diez palabras que pronuncia y que habla sin control sobre sí misma. En ocasiones, sus propios asesores ríen a carcajadas junto a ella entre error y desliz. La dimisión de Fernando Valderrama en Bagdag prueba las flaquezas de una ministra con pésima imagen pública que, paradójicamente, representa a España en el Exterior. Para colmo, Palacio quiere sancionar a Valderrama en un gesto que recuerda al que Michel protagonizó hace años con un jugador colombiano de idéntico apellido. Palacio prometía ser la perla del Gobierno pero ha quedado en simplebisutería. Es la sustituta de Celia Villalobos o de Esperanza Aguirre. Porque siempre hay alguna joya en el Palacio.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito