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EL REDCUADRO

Más clásicos

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión05-03-2017

Será muy moderno el Caisafórum (como lo escribiría a la sevillana, ya que quieren ser tan de aquí), pero yo no he visto nada más clásico que la novelería de los sevillanos curioseándolo y yéndolo a ver el mismísimo primer día de su apertura, en el "jubileo de la pestaña". Expresión tela de clásica también. Con lo que cumplimos la promesa de ampliar clásicos sevillanos con la colaboración de los lectores, que nos han enviado muchos de estos temas.

Qué clásico empezar a leer el ABC por las esquelas, por si hay que salir corriendo para el tanatorio para poder cumplir con algún amigo o conocido en un entierro de los de por la mañana temprano.

Qué clásico que ya haya en Sevilla tantos Vía Crucis de cofradías que incluso pase a un segundo plano el Vía Crucis del Consejo de Cofradías.

Qué clásico que ante la imagen que preside el Vía Crucis del Consejo haya quien diga: "Pues al Cristo de mi hermandad hace años que deberían haberlo elegido y fíjate tú..."

Qué clásico que en las confiterías y en los bares te claven ya por una minitorrija casi lo mismo que por una torrija entera hace apenas unos años.

Qué clásico, ante el secadero de tabaco de la calle Santander o ante el mismo Caisafórum, decir: "¿Pues sabes lo que te digo? Que a mucha gente no le gustará y dirán que esto no es sevillano pero a mí me parece que esto está presssssioso".

Qué clásicos los pavías del Rinconcillo como símbolo de la Cuaresma; tan clásicos como las croquetas de bacalao de Casa Ricardo.

Qué clásico en estos días que la madre diga: "Pues a ver si cogéis una escalera y me bajáis las túnicas del altillo, que luego todas son prisas pidiéndome que os las planche".

Qué clásico decir que cómo van a quitar los veladores, con la cantidad de puestos de trabajo que dan los veladores...sobre todo los que son de autoservicio, como algunos que citar no quiero porque en lengua extranjera me salen siempre las hamburgueserías con faltas de ortografía.

Qué clásicos los bares donde la cuenta todavía se apunta con tiza sobre el mostrador y no dándole el camarero con el dedito a la pantalla del ordenador-caja-registradora.

Qué clásico el camarero malaje sevillano que tanto le gusta a Eusebio León.

Qué clásico, en los duales sevillanos, el camarero simpático profesional que tanto odia servidor de ustedes.

Qué clásico que te digan: "¿Pues sabes tú quién se ha jubilado y ha cerrado su tienda, por la que le han dado un buen traspaso?".

Qué clásico, ante la reforma de un establecimiento, decir: "Pues para lo que han hecho, mejor que lo hubieran dejado como estaba".

Qué clásico, al pasar por un nuevo comercio, escuchar: "Hay que ver lo que han puesto aquí, con lo bonita y lo antigua que era la tienda que había".

Qué clásico el olor a incienso de la calle Córdoba.

Qué clásico echar de menos al maniquí vestido de nazareno de capa que ya no estará nunca más en la calle Córdoba.

Qué clásico el retorno de la ensaladilla y los champis de toda la vida a La Alicantina.

Qué clásico saber que ha llegado la primavera porque ya ha abierto Rayas sus heladerías de San Pedro y de San Pablo, como un tutifruti apostólico.

Qué clásico lo de la antigua sintonía del programa "Saeta" que volvemos a oír todos los años: "Pues ya mismo va a estar la primera en La Campana".

Todo menos llamar "clásico" a un partido entre el Real Madrid y el Brasa. En Sevilla, ni eso es "el clásico" ni eso es ná". Aquí "el clásico" es el muñidor de La Mortaja con sus patillas de reglamento, joé...

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor