ANÁLISIS DE CULTURA
El día de las escritoras
Por Marta G.Bruno
2 min
Cultura17-10-2016
La sueca Selma Lagerlöf, la italiana Grazia Deledda, la noruega Sigrid Unset, la americana Pearl S. Buck, la chilena Gabriela Mistral, la alemana Nelly Sachs, la japonesa Yasunari Kawabata o la bielorrusa Svetlana Aleksiévich. Son algunos de los nombres en femenino que ganaron el Nobel de Literatura. Son pocas: 16 de 100. Escritores buenos hay debajo de las piedras. Hombres y mujeres. Muchos aún desconocidos. Los conocidos se quedan para en el glorioso cupo de famosos. Algunos saltan de la música a la literatura. Son ambas piezas de un engranaje que da sentido a nuestra vida, aunque a veces alguien les da la mano para que el salto sea más fácil. Evitarlo es pecar en el idealismo facilón.
¿Lo tenemos más difícil las mujeres para triunfar en el mundo de la literatura? ¿es cuestión de género o de talento? Es más lo segundo que lo primero. Aunque haya costado llegar hasta aquí. Son los tiempos más decadentes los que incuban una legión de grandes escritores alimentados por la furia, el veneno, la decadencia. La mala leche, en general.
Nacer en otro tiempo, Antología de la joven Poesía española, reúne los versos de 28 jóvenes escritores que despuntan entre los títulos que no salen de los primeros puestos de los más leídos. Pero aún es necesario que recuperemos con determinación los encuentros literarios en cafés. Se está engendrando una nueva generación literaria, ¿cuándo la nombraremos? Si la del 50 agrupó a los hijos de la guerra, la de hoy es la que ha mamado la crisis, la que por primera vez en décadas vive y vivirá peor que sus padres.
Pertenecer a la misma quinta, defender los mismos valores, ser crítico con la situación que vivimos. Son las premisas de una nueva era literaria. Y si se celebra el Día de las Escritoras, mejor volvamos a recuperar el todo y no la parte. Ya no hablamos de género, sino de reivindicar que las nuevas generaciones saben de lo que hablan.
Hay muchos que, aun siendo jóvenes, piensan como Nils, porque "cuando el hombre envejece y tiene que contentarse con poco, le satisface más la pobre realidad que la rica fantasía, que, como la ciudad de Vineta, se halla sumergida en el mar”. El extracto de El maravilloso viaje de Nils Holgersson de la Nobel Selma Lagerlöf describe con pulcra caligrafía el milimetrado paso del tiempo al que debemos poner fecha y hora, con Bic o Times New Roman. La rica fantasía no cabe en un mundo tan maravilloso y real. Sigamos.
