Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE CULTURA

¿Qué es España sin Cervantes?

Fotografía

Por Marta G. BrunoTiempo de lectura3 min
Cultura20-04-2016

Y de repente el Congreso de los Diputados dejó de ser el bochornoso espectáculo en el que se ha convertido para engalanarse de los que nos hicieron líderes y de los que hoy bebemos su gracia. Y entonces por un momento el hemiciclo se convirtió en una Novela ejemplar que termina justo cuando nos olvidamos de su cuarto centenario para volver a votar el país que no nos merecemos. ¿Así lo querría Cervantes?

Somos de los pocos países que nos dedicamos a alabar al prójimo. ¿Shakespeare mejor valorado que Cervantes? España ha vivido desde hace años el complejo del país apartado de los grandes. No sabemos si por nuestro afán de localismo o porque la imposición llega desde fuera, pero como si fuéramos simples bustos parlantes nos dedicamos a imitar las grandes obras de otro de los grandes, Shakespeare, que nada tiene que ver con el nuestro pero que hemos decidido emparejar. El pack de dos, el manchego y el inglés. Como si La española inglesa fuera su homenaje. El viaje de Isabela, la protagonista de la obra bizantina, que escapa a Londres a escondidas de la reina de Inglaterra, y que se transforma en una mujer educada y bella. Porque entonces el sol de las hoy veneradas playas de Cádiz era un lastre para la lozana belleza. Y con ello Cervantes se burla de Su Majestad, malvada ella que trata de desfigurar a Isabela para que no se case con su hijo. Que, pese a todo, sigue enamorado de esa mujer española. Lo que son las cosas, Isabela vuelve a Cádiz con sus padres para recuperar la salud.

La idea que tenemos que Cervantes es como la del español que se ríe de las circunstancias y de su propia vida, aunque sea desgraciada. De los que son torpes y erran sin quererlo. Hasta que llegó el bestseller sin que lo supiera. Y sus enseñanzas:

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”

Lean, amigos políticos, lean, y no se plieguen a las facilidades del discurso facilón para faltar a la misma España que bebió de Cervantes, esa misma que tarda tres meses en llegar a un acuerdo. Ahora hagamos de otra manera la pregunta. ¿Por qué recordamos antes a Shakespeare que a Cervantes? A nosotros nos interesa el lugar donde están sus huesos. 

Dijo Emilio Castelar en 1885 que "nuestro Quijote vivirá eternamente, por ser el más humano de todos los libros. Y como es el más humano de todos los libros, guarda consejos para todos los casos”. Esa enseñanza se han llevado los diputados en un separador de libros.

 ¿Qué es España sin Cervantes? Un país tablero de ajedrez donde los que menos importan son los ciudadanos o alfiles. La prudencia del escritor se arregla con unas coces a periodistas en el siglo XXI por hacer su trabajo. La libertad que pregonaba el autor de El Quijote vuelve a quedar arrinconada...otra vez.

Fotografía de Marta G. Bruno

Marta G. Bruno

Directora de Cultura de LaSemana.es

Licenciada en Periodismo

Estudio Ciencias Políticas

Trabajo en 13TV

Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press