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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Pre-pre-pre campaña

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España08-09-2002

Se percibe ya pre-pre-pre campaña electoral. Los ciclos políticos se acortan y los problemas del país se abordan en clave electoral antes de lo deseable, porque lo deseable es que se planteen como asuntos que preocupan a los ciudadanos y que precisan soluciones al margen de que éstas sean o no beneficiosas en clave de imagen para el partido que las aborda. Al menos en apariencia, el terrorismo y la lucha contra ETA se están salvando del peligro del electoralismo. Tendrá consecuencias en las urnas, eso no se puede evitar. Pero lo loable es que, al menos aparentemente, varios partidos hayan sido capaces de coger el toro por los cuernos sin pensar en cuántos votos les sumará o restará la temeridad. Quien más gana de todo esto es el Partido Socialista, que ha aparecido ante la sociedad española como la formación política capaz de mantener al margen su condición de partido de la oposición para librar junto al Gobierno la batalla contra el terrorismo. Zapatero resurge de las cenizas de sus antepasados, y los propios medios de comunicación contribuyen a fortalecer esa imagen de futuro presidente del Gobierno. Su equipo va adquiriendo experiencia en las lides políticas con el paso del tiempo, y es que no hay mejor escuela para un partido que unas prácticas en la oposición. El PSOE está sabiendo mantener su apuesta por la unidad en la causa contra el terrorismo, al tiempo que inicia el combate pre electoral en las trincheras de la inseguridad ciudadana y la inseguridad económico-laboral. Las primarias en el PSOE van a proporcionar vigor al liderazgo de Zapatero, un hombre que gana de cerca, en el contacto personal. También el nacionalismo catalán prepara su equipo de campaña, Pujol ha reclamado que se completen las competencias que el Estado debe transferir a Cataluña, y aprovecha que suena peor la la vindicación de “independencia” del nacionalismo vasco que reclamar la administración única para Cataluña. Esa capacidad del nacionalismo catalán para el hacer civilizado es buen tema para una tesis, y hasta el propio Javier Arenas lo destacó –con otras palabras- en su encuentro con Pujol. La razonabilidad de sus planteamientos han hecho posible que CiU apoyara la aprobación de la Ley de Partidos pero luego se hermanara con el PNV para no votar a favor de que el Congreso solicitara al Gobierno el inicio de los trámites para pedir al Supremo la ilegalización de Batasuna. Precisamente esta semana se hizo entrega de dicha demanda y de la del Ministerio Fiscal. Las críticas desde el nacionalismo vasco no cesan. Atacan al Gobierno, atacan a Baltasar Garzón y el propio juez ha tenido que defenderse aprovechando el escrito en el que desestimaba el recurso de Batasuna contra el auto que suspendía sus actividades. La puesta en práctica de lo dispuesto en dicho auto vuelve a dividir la política vasca, a los que ponen de su mano para que se haga efectivo la suspensión de la actividad política de Batasuna de los que hacen la vista gorda. Miembros y simpatizantes del grupo político campan a sus anchas y buscan las formas de manifestarse, aunque, ahora, la Ertainzta toma nota de sus nombres y se asegura que sus manifestaciones a favor de Batasuna tendrán consecuencias legales.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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