COLOMBIA
La guerrilla colombiana pone en peligro las ayudas estadounidenses
Por Eva Pozueco Turabián
1 min
Internacional08-09-2002
El casi recién estrenado presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ganó las elecciones cuando prometió al país durante su campaña electoral que la guerrilla colombiana pasaría a la historia durante su mandato. El camino sería duro: los grupos guerrilleros y paramilitares intentaron atentar contra su vida el mismo día en que Uribe recibía su investidura como presidente del país. Los planes del atentado aéreo fueron truncados días antes por las fuerzas de Seguridad colombianas.
Ya se han cumplido dos meses de estos acontecimientos y, lejos de remitir, los problemas con la guerrilla no hacen más que traer cola. Esta semana, tres grandes defensoras de los derechos humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Wach y la Washington Office on Latin America (WOLA), hicieron una petición por escrito dirigida al secretario de Estado de EE.UU., Collin Powell, para rogarle que Washington no otorgue la certificación en materia de Derechos Humanos a Colombia. La negación de esta certificación supondría que Colombia no podría recibir, en el futuro, ayudas de ningún tipo de la Administración estadounidense. La petición de las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos se basa en que las Fuerzas Armadas de Colombia aún no han suspendido a los oficiales acusados de cometer violaciones del Derecho Internacional o de colaborar en ocasiones con los grupos paramilitares del país. Alegan, además, que la guerrilla y sus acciones violentas no sólo no han remitido en los últimos meses sino que, por el contrario, cada vez han ido a más. La guerrilla colombiana no cesa de cometer atentados contra los Derechos Humanos más básicos y fundamentales ya que aún tiene a muchas personas secuestradas y privadas de libertad y asesina a muchas otras cometiendo atentados. Por su parte, el ministro colombiano de Interior, Fernando Londoño, reveló a los medios de comunicación que el Gobierno está en contacto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), gracias al papel mediador de la ONU en los intentos de conversación entre ambos.