MARRUECOS
Benaissa quiere reunirse con Palacio entre el 23 y el 26 de septiembre
Por Noelia Hernández Martín3 min
España05-09-2002
Recuperar el diálogo. Este es el mayor objetivo en las relaciones entre España y Rabat. Las tensiones desatadas por la inmigración ilegal, los desacuerdos en materia pesquera, la retirada del embajador marroquí de Madrid y el incidente de Perejil han provocado una gran crisis en las relaciones diplomáticas entre España y su país vecino.
El 22 de julio, los ministros de Exteriores de España y Marruecos se reunieron en Rabat para recuperar el diálogotras la crisis desatada por la invasión marroquí de Perejil. Por aquel entonces, los ministros acordaron un nuevo encuentro en septiembre. De ahí, que el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, haya propuesto la semana pasada acordar una fecha concreta, entre el 23 y el 26 de septiembre, para celebrar esta reunión. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha declarado que está dispuesta a modificar su agenda para recibir a Benaissa. Sin embargo, ambos mandatarios no se ponen de acuerdo en los temas prioritarios de esta reunión. Mientras que para Palacio, el asunto más importante es la vuelta a Madrid del embajador marroquí,para Benaissa, es la reivindicación de los territorios de Ceuta y Melilla. Las difíciles negociaciones en materia pesquera es una de las causas de la crisis entre España y Marruecos. El último capítulo se rodó el pasado día 1, cuando la marina marroquí apresó, a unas 40 millas del Sáhara Occidental, a un barco español, acusado de pescar ilegalmente. Sin embargo, el ministro de Agricultura español desmintió esta acusación. Otro de los acontecimientos que ha aumentado las tiranteces entre España y Marruecos es la invasión marroquí del islote Perejil. Este suceso ha obligado al Gobierno español a aumentar el poder a los comandantes generales de Ceuta y Melilla. Los comandantes tendrán naturaleza de mandos conjuntos, lo que significa que bajo su mando estarán las unidades de los tres ejércitos que están desplazados en este territorio (el terrestre, el marítimo y el aéreo). La modificación puede no tener importantes consecuencias en la práctica, puesto que el grueso de los medios en Ceuta y Melilla son terrestres y no marítimos o aéreos. Pero es un nuevo gesto de la determinación del Gobierno de hacer frente a la presión de Marruecos, que pide continuamente, la soberanía de estos territorios. Ceuta y Melilla son también objeto de la política que el Partido Socialista (PSOE) ha propuesto para ganar votos en las ciudades autónomas. El PSOE presentó, el pasado día 6, una proposición de ley para reformar el régimen económico de ambas ciudades. Entre las medidas destaca que todos los residentes en Ceuta y Melilla pagarían por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) un 50 por ciento menos que los ciudadanos de la Península a igual nivel de ingresos. Con esta medida se intenta que vuelvan a sus ciudades de origen los ceutíes y melillenses que emigraron en busca de trabajo. También el PSOE va a intentar potenciar las inversiones en estas ciudades. Las empresas que inviertan en Ceuta y Melilla obtendrán una reducción en la base imponible del Impuesto de Sociedades equivalente a los beneficios que las empresas locales decidan reinvertir en las dos ciudades. Cambios en el Ministerio de Asuntos Exteriores La ministra de Exteriores continuó el pasado viernes con los nuevos nombramientos de su Ministerio. La remodelación del departamento se inició dos semanas después del nombramiento de Palacio como ministra. Los últimos nombramientos en este Ministerio han correspondido a José Rodríguez-Spiteri Palazuelo, como embajador de Berlín; María Victoria Morera, como jefa de gabinete de la ministra y Alfonso Dastis Quecedo, como secretario general de Asuntos Europeos. Dastis dirigió durante el último año la unidad especial creada en La Moncloa para organizar el semestre de la presidencia española de la Unión Europea (UE).