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ANÁLISIS DE LA SEMANA

El medio, a la altura del fin

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España28-07-2002

Uno de cada tres vascos no se siente libre para hablar de asuntos políticos en su tierra. Cada vez más ciudadanos vascos están dispuestos a dejarla –ya van cerca de 200.000, un auténtico éxodo-, y la división política entre nacionalistas y no nacionalistas se acrecienta. El terrorismo de ETA ha disminuido su intensidad. Las operaciones policiales y actuaciones judiciales han influido decisivamente. Pero ETA sigue existiendo, y, con ella, el miedo. Francisco Llera Ramo, director del Esukobarómetro que esta semana ha hecho pública una nueva encuesta de terribles datos, ha sido el último en decidir que dice adiós, que se marcha a Estados Unidos. La realidad sigue pariendo historias de vida escalofriantes y, aunque no es de extrañar porque muchos de ellos se juegan la vida de diferentes maneras en España y el resto del mundo, Jaime Larrinaga es el primer sacerdote del País Vasco que necesitará llevar escolta a partir de ahora. La pregunta importante es si la amenaza terrorista es tan potente o más como la amenaza terrorista ejecutada, y si el hecho de que no se produzcan atentados es una estrategia para que destaque eso otro que los nacionalistas independentistas llama “la cuestión política”, “el problema político”, y que el último Euskobarómetro demuestra que es, actualmente, más acuciante y divisorio que en momentos anteriores. La política antiterrorista del Gobierno Aznar puede discutirse. Sin duda, los resultados muestras que es efectiva. Y la más sencilla percepción de la realidad, también. Puede discutirse, evidentemente. Pero está, eso sí, dentro del Estado de Derecho: desde éste y con la ley en la mano prometió José María Aznar que la combatiría. Las Fuerzas de Seguridad, la Justicia y el sistema legal en general dan muestras de que así se está haciendo. El Gobierno Aznar ha convertido la Unión Europea en un buen instrumento para su causa, que es la de todos los españoles. Esta semana, de nuevo, detenciones. En este caso, del jefe de las relaciones internacionales de los GRAPO, Antonio Lago. Atrás han quedado aquellos funestos métodos de combate en lo oscuro, los del General Rodríguez Galindo, durante la etapa negra de los gobiernos socialistas de Felipe González. Quedarán misterios sin resolver, pero el Tribunal Constitucional ha fallado que sólo Galindo pudo ser responsable del asesinato de Lasa y Zabala. El medio debe estar a la altura del fin al que sirve. Perseguir el Bien desde el Mal es el error que deslegitima absolutamente toda buena intención, es injusto para todos aquellos que trabajan con autenticidad e intentan ser coherentes, por difícil que sea. Y por ello es destacable que la ministra de Exteriores, Ana Palacio, haya explicado en el Congreso, después de su encuentro en Rabat con Mohamed Benaissa, que lo importante, una vez resuelto el conflicto sobre Perejil, es restablecer las relaciones entre España y Maruecos, pero a través de los cauces adecuados. Y esos son los embajadores.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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