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SIN CONCESIONES

La recuperación está aquí

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura4 min
Opinión08-01-2015

Repican las campanas por todos los ministerios cada vez que aparece un buen dato económico. Desde el presidente del Gobierno hasta el último portavoz del PP salen en tromba a sacar pecho porque España al fin está saliendo de la crisis. Eso si no ha salido ya, puesto que un país que crece al 1,4% y crea más de 400.000 puestos de trabajo en un año es sin duda una economía próspera. La oposición puede decir lo que quiera. Su trabajo aparentemente consiste en llevar la contraria al Ejecutivo y criticar por criticar, sea cual sea el partido que sustenta al Gobierno y sean cuales sean sus políticas. En La Moncloa se gestiona y en la oposición se cuestiona. Por desgracia es así mande quien mande. De igual manera, el oficialismo gubernamental proclama a los cuatro vientos sus éxitos por muy pequeños que sean. En política, como en la guerra, la primera víctima siempre es la Verdad. Sin embargo, los últimos datos económicos ni mienten ni engañan. Los datos son como la prueba del algodón. España crece como no lo hacía desde antes del comienzo de la crisis y crea más empleo que en los años de las vacas gordas y el despilfarro. Que el paro baje en más de un cuarto de millón de personas es buenísimo, le pese a quien le pese, y si no que pregunten a los más de 250.000 que han conseguido un trabajo. Que el PIB crezca a buen ritmo cuando hace dos años estábamos en recesión es extraordinario, le pese a quien le pese. Que el consumo aumente porque los ciudadanos han perdido el miedo a perder su empleo es un acicate para la propia economía, aunque le pese a quienes atacan al ministro Guindos por sostener algo así. Que el Gobierno baje los impuestos después de tres años de subidas es un alivio, aunque le pese a quienes con la boca pequeña lo critican como si fuera malo. Que al mismo tiempo caiga el precio de la gasolina y del gas es maravilloso porque implica un ahorro de más de 100 euros al mes, aunque le pese a quienes ven tintes electoralistas tras semejante alegría para nuestros bolsillos. Así que Mariano Rajoy tiene motivos de sobra para sacar a pasear a sus ministros y portavoces para vender la recuperación económica en este año de citas con las urnas. En mayo habrá elecciones municipales en toda España y autonómicas en 13 de las comunidades. Pero el plato fuerte llegará en noviembre con las generales, en las que el presidente del Gobierno se juega el cargo. Rajoy lleva tres años esperando este momento, en el que los datos den la razón a su gestión de la crisis. Hace tres años que confía en que, cuando esto llegara, los ciudadanos de todo el país abrirían los ojos a la realidad y comenzarían a aplaudir su labor. Lleva tres años jugándose su futuro político a una carta de la baraja y esa carta ahora está en sus manos. Antes de la cita con las urnas de mayo alcanzará el hito que le falta: situar la cifra de parados por debajo de la que heredó de Zapatero en 2011. Está a punto de conseguirlo. Cuando llegue ese momento, creerá que la obra de esta legislatura ha culminado y se someterá con satisfacción al escrutinio electoral. El Gobierno ha acertado sin duda con la gestión económica. Ahora es fácil decirlo aunque para muchos sigue resultando incómodo reconocerlo. Ha acertado en la gestión económica pero se equivoca en un diagnóstico político. Por muy buenos que sean los datos, Rajoy ha desperdiciado la confianza de varios millones de españoles y esos nunca le volverán a votar. Por muy buenos que sean los datos, su falta de pedagogía ha dibujado un retrato suyo de dirigente insensible y distanciado de la calle. Por muy buenos que sean los datos, la crisis ha terminado pero las consecuencias de la crisis persisten y resultan muy graves para miles y miles de ciudadanos, así que queda muchísimo trabajo por hacer. Por muy buenos que sean los datos, el voto suele ser consecuencia de un sentimiento y no fruto de la razón. Por último, dado que los datos son muy buenos, Rajoy tiene derecho a sacar pecho pero a la vez debe asumir que mucha gente ni le cree ni quiere creerle ni le creerá.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito