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EL REDCUADRO

Los podémicos

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión23-11-2014

Con versos de Juan Ramón venía yo pidiéndole a la inteligencia que me diera el nombre exacto de las cosas en materia de Podemos. Si los del PP son los populares y los del PSOE son los socialistas, ¿qué son los de Podemos? - Pues unos insensatos y unos antiguos. ¡Cuidado que comunismo leninista a estas alturas de curso...! No, no me refiero a eso, insensatos sé que son. Tanto como quienes confían en ellos como remedio para todos los males de la Patria. Me refiero al nombre de las cosas: ¿qué adjetivo designa a los militantes y simpatizantes de Podemos? La Jefa de mi Casa Civil convierte su nombre en adjetivo. Cada vez que vemos por la calle a un coletudo muy en el tipo de la casa, con su mochila de reglamento y su mijita de mugre (que es la versión progre y antisistema de la caspa), me dice: - ¡Mira, ahí va un podemos auténtico! Podemos con minúscula. Y vamos a las Setas de la Encarnación o a la Alameda de Hércules, la boca del lobo a efectos de los que quieren salvar a España a base de destruirla, y cuando los ve almacigaditos, quizá en asamblea ciudadana que le llaman, perfectos de genotipo, con su coleta, su mochila y su bicicleta, me comenta: - ¡Cuántos podemos! En España hay más podemos con minúscula que botellines, según esta teoría gramatical, que es adjetivar simplemente su nombre y quitarle la mayúscula a Podemos. Pero ya he encontrado el adjetivo adecuado. ¿Dónde? Pues en esa fuente inagotable del conocimiento que todo el mundo cita a mogollón: "en Internet". La gente te dice que ha leído algo "en Internet" como si, referente a un libro, cuando le preguntaras en qué obra lo han visto, te respondieran: - Lo he leído en la Biblioteca Nacional. - ¿Pero en qué libro? - Ah, no, en la Biblioteca Nacional. Bueno, pues en esa desquiciada biblioteca nacional e internacional que es Internet, donde la verdad tiene los mismos honores que la mentira y la misma autoridad la Enciclopedia Británica que el tuit de un chufla, he leído que a los militantes de Podemos les dicen "los podémicos". Hermosa voz. Tiene analogía fonética con "polémicos", que lo son. Y recuerdan a los podencos de la discusión. Sí, el futuro de España se debate entre los galgos de la Casta (y la Susana, que siempre me la dejan fuera) del PP y el PSOE y los podencos de los podémicos. Que riman con académicos. Hay podémicos académicos, como su particular Pequeño Nicolás, el imberbe Errejón, que tiene nombre de estilista del flamenco que le hubiera dado personalidad a un palo del cante. Dice el arcense José María Velázquez en Radio Clásica de RNE que va a poner una placa de pizarra con los fandangos de Errejón y cuela, ¡vamos que si cuela! Pequeño Errejón que ha dado el cante. El cante del mangazo de beca. Como el otro, el jefe, el de la coleta, también ha dado su cante: el cante de la ONG para trincar. Pues sí que empiezan bien los podémicos, ahora que les hemos encontrado adjetivo... Tanto, que me recuerdan a los primeros mangazos que pegó el PSOE tras conquistar en la Junta de Andalucía su primera parcela de poder; parcela de poder sobre la que menudo casoplón se hicieron algunos... Empezaba el alboroto y el tiroteo de los primeros mangazos sociatas, porque a uno que lo habían trincado con un chalé construido de aquella manera, y aquel ingenio académico de esta Corte de Sevilla sentenció: - Lo malo no es lo granujas que son, sino lo pronto que han aprendido a serlo... Chispa más o menos como los podémicos. Estos son también de alta velocidad, como el Ave: alta velocidad a la hora de aprender a ser granujones. Alta velocidad con peligro. De momento dicen que van a ganar en Navarra. Las vacas del pueblo, evidentemente, ya se han escapado. ¡Menudo riau, riau!

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor