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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Llorar con las películas

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Sociedad27-03-2013

Casi todas las sobremesas de los domingos son para llorar con las películas. Hay espectadores de lágrima fácil cuando su corazón se encoge con las historias de personajes de ficción pero que manejan situaciones y sentimientos de los de andar por casa. Y quizás por eso ocurre: porque llorar por presuntas tonterías es gratis y, además, sienta bien. Las historias reales a las que se refiere el Informe 2013 de la Fundación Foessa no tienen banda sonora con melodías melancólicas de violines, pero provocan lágrimas de las de verdad. Y no sólo los domingos por la tarde. Cada vez más familias se ven obligadas a protagonizar los dramas de los que habla el informe "Desigualdad y derechos sociales". Y, si hubiese que titular la película, quizás habría que hablar de que "Los pobres son más pobres", que la crisis tiene serios efectos sociales. Detrás de expresiones como "fractura social", de los que Cáritas lleva alertando varios años, se aglutinan las historias humanas de desesperación y desconsuelo. Que la crisis económica tiene sus raíces en una crisis de valores no es noticia y, por lo visto, posiblemente no lo fue nunca. No vende. No es que las familias tengan que apretarse el cinturón para llegar a fin de mes. Peor aún: es que quienes caen por el precipicio de la exclusión difícilmente van a volver a reinsertarse en esa sociedad que les da la patada. Foessa lo dice de una forma que bien serviría como título para una película de sobremesa, de esas por las que se llora amargamente porque están sembradas de sentimientos y realidades humanas: "El escándalo de la pobreza".

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo