Análisis de Deportes
Los gladiadores Hispanos
Por Javier Birlanga2 min
Deportes28-01-2013
Como gladiadores. Así vencieron los jugadores de la Selección Española de balonmano a los daneses. Les apabullaron. Les machacaron. Salieron como si hubiesen escuchado el mítico discuro de la película Gladiator. A aquel protagonista le llamaban el hispano. Y nadie pudo con él. Esta vez eran 16 Hispanos. Evidentemente no podían perder. La final no fue un partido. Fue un abuso. Dinamarca partía como favorita, pero el ambientazo del Palau Sant Jordi hizo que los Vikingos se estremecieran y se asutaran ante esos gloriosos hispanos. Tal fue el miedo danés, que los españoles comenzaron con un parcial de 3-0. Despertaron los visitantes, pero España tenía su día. Joan Cañellas convertía casi todo lo que le llegaba y lograron poco más tarde otro parcial de 4-0. Ulrik Wilber intentaba meter en el partido a los suyos y sacar del mismo a los españoles a base de tiempos muertos, pero no lograba causar efecto. Al descanso España vencía de 8 tantos (18-10). Una pasada. Si la primera parte fue maravillosa, el inicio de la segunda no podía calificarse. Mollgaard hizo el 18-11, pero los daneses no sabían que iban a tener que esperar mucho para hacer el 12. Uno tras otro fueron cayendo los tantos españoles. Guardiola, Aguinagalde, Cañellas, Entrerríos, Maqueda, nadie se perdía la fiesta. ¿Los daneses no tiraban? Por supuesto que sí, pero ahí estaba Sterbik para parar casi todo lo que llegaba. Así se llegó al 26-11. Los daneses no daban crédito. Sabían del buen equipo español, pero una paliza como esa no se la imaginaba nadie. Lo más increíble es que el cuadro de Valero Rivera no bajó el pistón en ningún momento. Estaban enrabietados. La eliminación de los JJOO ante Francia en el último minuto era una espina clavada que se sacaron de la manera más gloriosa en esta final del mundial. Al final se venció por 35-19, casi doblando al cuadro del norte de Europa. Las claves sin duda fueron el gran acierto español en ataque (mención especial a Joan Cañellas con 7 tantos), las paradas de Sterbik y sobre todo la asfixiante defensa hispana, que hizo como Mikkel Hansen (más tarde nombrado MVP del tornero) o Anders Eggert, entre otros, casi no apareciesen en el partido. España se proclamó campeona del mundo por segunda vez en su historia. Y lo hizo en casa. Pero sobre todo lo más grande es que lo hizo con un partido histórico. Con un encuentro de leyenda. Con una exhibición brutal. Los Hispanos demostraron que son los mejores. Es mejor no enfrentarse a ellos, pues puedes acabar mordiendo el polvo. Son Hispanos, son gladiadores y además, campeones del mundo.
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Javier Birlanga
Director de Deportes de LaSemana.es
Graduado en Periodismo por la UFV
Redactor de Deportes en Cadena SER
He trabado en MARCA y Radio Marca