IMPRESIONES
¿Es su mujer o es un sombrero?
Por Álvaro Abellán2 min
Opinión31-01-2013
Ha llegado a mis manos El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. El libro recoge un conjunto de casos o relatos clínicos redactados y recopilados por del doctor Oliver Sacks; y va camino de convertirse en un clásico de la ¿literatura? de finales del siglo XX. Aún no sé qué me deparará la lectura del libro, pero el prólogo y la introducción me han provocado tres impresiones prometedoras. En primer lugar, me atrae especialmente el contenido: los 20 historiales médicos que recoge el libro nos permiten introducirnos de lleno en el extraño e inaudito mundo de las enfermedades neurológicas. Ese tipo de enfermedades apareja carencias monstruosas con dones impensables. En el fondo, las patologías funcionan como una lupa que amplifica y magnifica algunas relaciones, funciones y disfunciones de la psique humana que, en mentes sanas, están también presentes, pero se mantienen inadvertidas. La personalidad del doctor Sacks también me ha cautivado. Habla de sí mismo de esta forma: “Mi trabajo, mi vida, gira en torno a los enfermos… pero el enfermo y su enfermedad me hacen pensar cosas que de otro modo no pensaría. Hasta el punto de que me veo forzado a preguntarme como Nietzsche: En cuanto a la enfermedad: ¿no nos sentimos casi tentados a pensar si podríamos arreglárnoslas sin ellas?… y a considerar los interrogantes que plantea, fundamentales por naturaleza”. Esta idea está conectada con mi inquietud anterior: ¿Acaso las enfermedades nos ayudan a explicarnos a nosotros mismos? Pero la inquietud de Sacks es todavía más radical. Para él, la enfermedad es “quintaesencial” de la condición humana, pues “los animales contraen enfermedades… pero sólo el hombre cae radicalmente enfermo”. ¿Qué dice eso de nuestra condición? La visión de la ciencia que posee el doctor Sacks, enfrentado a la neutralidad y objetividad deshumanizada de su tiempo, a esa “ciencia neurológica impersonal” que él ha combatido no sólo como médico, sino como divulgador, gracias a esta obra, también me resulta muy sugerente. El libro es un estudio de las enfermedades neurológicas. Pero un estudio a partir de casos y de historias. Con eso, se suma a la tradición de Hipócrates, quien inventó el concepto originalmente más humano que técnico –o técnico, por humano- de “historial médico”. Para Sacks, abordar las enfermedades neurológicas desde las historias de los pacientes es esencial, pues sólo en esas historias logramos conectar el abismo que separa a lo físico de lo psíquico, al mecanismo mental de la vida ordinaria, a los procesos fisiológicos de la propia biografía. El relato es ese puente que supera el abismo entre la subjetividad y la objetividad que inauguró Descartes. En definitiva, Sacks encuentra en estos relatos clínicos el territorio donde “el científico y el romántico” logran unirse. Con ambos espero encontrarme yo en cada una de sus páginas.