EL REDCUADRO
Es usted el que miente
Por Antonio Burgos3 min
Opinión13-11-2011
Escribo tarde del debate intencionadamente, como de camión-escoba tras el paso de las cofradías por la carrera oficial, porque esas cosas me gusta dejarlas a los enterados de Madrid, porque yo aún no he aprendido a decir lo de «hasta donde yo sé». Y del debate me quedo con dos cosas nuestras: con el cante que dio Rubalcaba y con Cazalla y Constantina, que fueron las serranas de Rajoy. Y en resumen total, aplico al debate los versos de Pemán: «La forma brillante/y el fondo vacío;/para poco cante/muy largo el jipío». El cante de Rubalcaba.- Hay mentirosos, embusteros y rubalcababas que rubalcaban antes, pero que después del debate ya no rubalcan a nadie. Cree el ladrón que todos son de su condición y creen estos tíos del partido que tiene al embuste como arma de destrucción masiva del adversario que la mentira tiene las patas más largas que Naomi Campbell. Rubalcaba dio el cante con una frase que supera la de «Mientes, Marcelino», que le dijo Nicolás Redondo a Camacho. Aunque la frase de Rubalcaba no la pongo a ese nivel, sino al de «Que te calles, Karmele»; no le concedo más categoría moral. Noespara concedérsela a quien es traicionado por su subconsciente y se cree que todo el mundo es tan mentiroso como él. En el debate se ha demostrado que el mismo gachó que dijo que «España no se merece un Gobierno que le mienta» es un mentiroso de almanaque. Un mentiroso de autorretrato: «Ahora es usted el que miente», le dijo a Rajoy, aceptando la mentira como animal de compañía. Eso se llama dar el cante. En el sentido estricto. ¿No hablan en política del verso suelto, y se lo aplican a Gallardón? La frase marmórea de Rubalcaba me pareció uno de esos arranques de fandango o de soleá que a veces quedan como refranes. Verán cómo Rubalcaba dio el cante... pero sin rematarlo: «Ahora es usted el que miente/y yo digo la verdad: /de las cosas que yo he dicho/son embuste la mitad, /sabe usted que soy un bicho.» Cazalla y Constantina.- No seré yo quien defienda a Rajoy. Que lo defienda Arriola, el marido de la merdellona Celia Villalobos, que para eso cobra, joé. Pero su metedura de pata con Cazalla y Constantina, situándolas en la Sierra de Cádiz, tiene toda la justificación del mundo. Más inri tiene lo de Rubalcaba, que es diputado por Cádiz y no sabe que Cazalla y Constantina no son de aquella provincia. Rubalcaba le podía haber pegado a Rajoy con los versos de Aquilino Duque en toda la boca: «No distingues el polo/de la caña/ni el vodka del cazalla./te da lo mismo una mujer/que una guitarra». Hablaban de los pueblos de Cádiz y dijo Rubalcaba: «Tiene pueblos en la sierra». Y Rajoy replicó: «Sí, los conozco. He estado en Cazalla, Constantina, Zahara, Olvera, Grazalema...» Hablaban ya, pues, de La Sierra en general, no de Cádiz en concreto: serrano, ¿me das candela? La Sierra Andaluza es una unidad supraprovincial. Si no sonara a lo que suena, querido Euleón, diría que la Sierra es una Unidad de Destino en la Belleza. Todos los pueblos serranos se parecen, sean de la provincia que fueren. Hasta sus habitantes tienen un carácter común: más ganaderos que agricultores; más cerrados que los de la campiña; con menos cante y menos toros, pero más verdad y menos ojana de riá, pitá. Rajoy podría haber añadido pueblos de la onubense Sierra de Aracena para rematar la faena, pues no fue un lapsus, sino una intuición de saber geográfico. Fuenteheridos se parece más a Grazalema que a La Palma del Condado, sin salir de la provincia de Huelva. Y Almonaster la Real, más a Cazalla que a Ayamonte. Y nada digo si nos metemos por la Sierra de Cazorla o por Granada. Pero que conste que no estoy defendiendo a Rajoy: que lo defienda Arriola, que para eso trinca la tela. Defiendo la serranidad como forma honda y desconocida del ser andaluz.
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor