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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

La continuidad de las cosas bien hechas

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional20-06-2010

"En tiempo de tribulación, no hacer mudanza", esta frase atribuida a san Ignacio de Loyola se puede aplicar a la política de Colombia. Los colombianos, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, han tenido que elegir entre Juan Manuel Santos o Antanas Mockus. Sin duda, los dos eran opciones muy válidas atendiendo a sus respectivos perfiles, ya que ambos tienen elevada formación académica y experiencia política y de servicio a los demás. Sin embargo, Juan Manuel Santos cuenta con una gran ventaja: ha formado parte del Gobierno del presidente saliente, Álvaro Uribe. Uribe, que no ha podido presentarse a la reelección, ha sido uno de los mandatarios que más ha hecho por Colombia y que más popularidad ha alcanzado. Su estancia en el poder ha tenido muchos más aciertos que errores y su firmeza contra las guerrillas y el narcotráfico ha estado cargada de éxitos. Gran parte de dichos éxitos se deben a Juan Manuel Santos, que fue ministro de Defensa con Uribe. En un país tan azotado por la violencia, es necesario tener compromiso, ser valiente y tomar decisiones difíciles aunque se ponga en juego la carrera política. Uribe y Santos las tomaron. Uno de sus logros más audaces y sonados fue la liberación de Ingrid Betancourt y otros rehenes que llevaban años secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Esta organización, considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha ido perdiendo fuerza (y tenía mucha) por los golpes asestados por Uribe y su Ejecutivo. Las FARC siguen siendo un problema, pero bastante menor que hace años. La debilitación de las FARC, la lucha contra el narcotráfico y el avance de Colombia en todos los ámbitos evidencian que es mejor abogar por la continuidad del trabajo bien hecho antes que arriesgarse a cambiar. Santos es una apuesta segura y ahora tiene toda una legislatura para demostrar que los colombianos no se han equivocado. Aun así, no debe dormirse en los laureles ya que ahora, si cabe, todavía tiene más responsabilidad que antes.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD