ANÁLISIS DE ESPAÑA
Razones para creer a Rubalcaba
Por Alejandro Requeijo3 min
España07-06-2010
“Para que todo el mundo sepa a qué atenerse: una tregua de ETA no cambiaría nada”. Así de rotundo se ha mostrado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba -el único hombre fuerte que queda en el Gobierno de Zapatero- para zanjar los rumores de un deseo de la banda de decretar un nuevo alto el fuego. El problema es que todavía existe en torno a este Ejecutivo una gran desconfianza en lo que se refiere a la lucha antiterrorista. Lo acontecido en la pasada tregua le hizo caer en un descrédito del que la sociedad española aun no se ha olvidado. Se dijo que no se estaba negociando con la banda cuando no era cierto. Después de la T4, Zapatero dio por roto el proceso, pero, sin embargo, meses después, se acercó a De Juana a su casa por motivos humanitarios. Tuvo que ser la banda la que rompiese la partida definitivamente con un comunicado. Y sólo unas horas después, De Juana volvió a la cárcel. Después se supo también que los socialistas negociaron todo esto hacía años. Justo al tiempo que impulsaban junto al PP el pacto antiterrorista. Pero las cosas han cambiado. Ahora sí que existen razones para creer a Rubalcaba. Primero porque el ministro sabe que la banda va perdiendo por goleada y en este escenario no conviene ceder ni una bocanada de aire a los terroristas. Se especula con que la medalla de la paz después de 40 años de terror sería la única carta en la manga de un Zapatero en descomposición. Pero los tiempos para esa supuesta estrategia no coinciden. Se dice que Batasuna quiere que la banda anuncie el fin de las armas antes de verano. Se habla hasta del mes de junio como periodo clave. Puede que lo sea, pero que nadie espere grandes anuncios de momento. El primer tren perdido fue el acto de LAB en Pamplona. Por mucho que el sindicato afín sea la única vía para que la izquierda abertzale pueda organizar un acto de masas sin que se lo ilegalicen, los pasos claves se seguirán haciendo bajo las siglas de siempre. Si será determinante, en cambio, una posible escenificación de la unión de EA y Batasuna en las próximas semanas. Sin embargo, el proceso va lento. Por encima de todo, incluso por encima de estar en las elecciones de 2011, lo que quiere Batasuna es lograr este proceso sin rupturas internas ni escisiones en la banda. Por ello, y volviendo al papel del Gobierno, la única manera de apuntarse el tanto del final de la violencia sería tratar de acelerar este proceso repitiendo los mismo errores la pasada legislatura. Es decir, interviniendo, manchando la togas con el barro del camino, con apaños judiciales, evitando el Guantánamo electoral... ¿se acuerdan?. El PP volvería a echarse encima. Junto a la crisis, sería lo único que le faltaba al Gobierno para terminar de hacerse el harakiri. Esto lo sabe Rubalcaba y por eso no está dispuesto a ceder un ápice hasta que Batasuna dé el paso claro, inequívoco y definitivo de romper con ETA o lograr traerla a sus posiciones. La pregunta clave es si Zapatero está dispuesto a tener la misma paciencia.
Seguir a @Alex_Requeijo
Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio